Lo que hace unas semanas parecía una quimera, algo imposible, es a estas alturas de la película una posibilidad muy cercana. Hablamos de las opciones que tiene el cuadro de La Palmera de fichar en el mercado invernal (se asegura que se peina el mercado a la caza y captura de un ariete y de un nuevo defensa central). Los malos resultados que lo pueden todo.

“El presidente y el Real Betis están dispuestos a hacer lo que el cuerpo técnico y el míster crean oportuno, y si se decide que es necesario fichar en el mercado invernal, se intentará hacer por el bien del equipo”, decía Miguel Guillén al respecto.

El mandamás bético aprovechaba la ocasión para reiterar su confianza en Pepe Mel pese a las muchas semanas que acumulan los béticos sin ganar. Para explicar que lo sucedido la pasada semana nada tiene que ver con la idea de despedir al madrileño en el caso de haberse sumado una nueva derrota ante las huestes de Manuel Pellegrini.

“Reuniones hay todas las semanas en el club y es un club que está gestionado de forma democrática, se hace todo por consenso. La reunión de la semana pasada es totalmente corriente y normal. Se habla de todo, de lo social, de lo deportivo, económico… de todo. Todos debatimos y tomamos nuestras decisiones por consenso. La reunión para nada significaba falta de confianza”, decía, reiterando a renglón seguido que “el beticismo como siempre está unido y con el míster. Sabemos que tenemos el equipo idóneo para este proyecto y para conseguir nuestro objetivo que es a largo plazo”.

También habló en un acto de carácter institucional de los números. “Nosotros no nos fijamos en la estadística y sí en nuestros jugadores, en el equipo y en las posibilidades que demuestran. El sábado a pesar de los lesionado, el equipo dio la cara ante el Málaga”, enfatizó al respecto.

Terminó Guillén mandando un mensaje tan claro como lógico. “Estoy seguro de que el equipo afinará la puntería en próximos partidos porque hay un trabajo que se está realizando cada día para ello”, rubricó sobre la falta de gol de los de Pepe Mel.