El elevado coste de estos trabajos, que tienen que realizarse a mano y exigen la contratación de jornaleros cualificados, ha hecho que los viñistas que surten con sus uvas los lagares de las bodegas del Marco reclamen de nuevo el pago de la uva entregada entre finales de septiembre y primeros de octubre, y que aún no tiene un precio fijado.
La situación afecta a unos 2.500 viñistas que explotan en torno a 7.000 hectáreas del total de viñas del Marco de Jerez.
La mayoría de los viñistas han tenido que financiar las contrataciones y jornales de la poda con adelantos a cuenta de la uva entregada, que según las organizaciones agrarias COAG y Asevi-Asaja han sido de alrededor de 0,24 euros por kilo entregado.
Estos agricultores temen ahora no contar con suficiente liquidez para pagar los trabajos de mantenimiento de cepas y terrenos que se suelen realizar durante el período de letargo de la vid, durante los meses de invierno. También exigen que se fije el precio lo antes posible para poder programar la próxima campaña.
Tanto el presidente de Asevi, Francisco Guerrero, como el secretario provincial de COAG, Miguel Pérez, consideran que la situación de los viñistas comienza a ser insostenible y reclaman que el pago de la uva entregada se haga lo antes posible. Según Guerrero “las bodegas no se quieren sentar a negociar y además los bancos no están dispuestos a prestar”, mientras que Pérez asegura que “las bodegas no comentan nada sobre el precio de la uva”.
Las organizaciones insisten en reclamar el mismo precio del año pasado 0,36 euros por kilo más el Índice de Precios al Consumo (IPC) a fecha de entrega (4,5 por ciento), con lo que el precio final rondaría los 38 céntimos de euro.
COAG y Asevi esperan que tras el pleno del Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen los representantes sectoriales puedan sentarse a negociar el precio definitivo para la uva de la vendimia 2008. Por el momento, el Consejo no ha entrado en el asunto.
