Los colectivos y asociaciones vecinales han presentado casi medio centenar de alegaciones al documento
Imaginen la escena: unos padres hacen un esfuerzo por facilitar a sus hijos un lugar donde fomentar la conviviencia, organizar clases para poner en valor ese amor por la guitarra o cualquier actividad que se precie. Sin nada a cambio. La cesión de este lugar es gratuita, porque lo que buscan los progenitores es que sus pequeños vivan lo mejor posible y puedan desarrollarse como personas. Pero en un momento dado, dos de los hermanos comienzan a pelearse por ver quién dirige ese local que tan gentilmente pusieron a su disposición. Pero hay más, porque otro de los vástagos ha decidido sacar alguna prestación más al susodicho inmueble, y aprovecha la confianza depositada en ellos para sacar rédito personal, organizando fiestas para amigos o incluso alquilándolo.
Ahora coloquen en el lugar de los padres al Ayuntamiento y en el de los hijos a parte de las personas que integran los colectivos y asociaciones que utilizan a diario los centros de barrios. Unos edificios municipales a los que en ocasiones se les ha dado un uso inadecuado y que algunas personas han utilizado como si fuese de su propiedad, cuando no hay que perder de vista su carácter público.
Para evitar los desmanes que se han detectado con el tiempo, la Delegación de Participación Ciudadana dio curso a la elaboración de un Reglamento de uso y conviviencia de los Centros de Barrios. Esta semana ha concluido el periodo de alegaciones, con alrededor de medio centenar de propuestas llegadas de colectivos que consideraban necesario matizar algunos puntos del borrador presentado por el Consistorio. En su derecho están todos.
La Memoria del Defensor de la Ciudadanía (ODC) de 2010 recoge uno de los casos en los que se ha detectado problemas de conviviencia en una asociación vecinal. El expediente 10/088 recoge que “varios miembros de la junta directiva de una asociación de vecinos de la zona norte plantean la queja de que, teniendo la asociación la cesión de un local municipal, la anterior junta directiva le cedió, sin documentación alguna, unas habitaciones para guardar imágenes y piezas de un paso de una futura hermandad de penitencia, que se manifiesta como asociación cultural”.
La junta directiva manifestaba entonces que quería recuperar esas habitaciones, “toda vez que las relaciones con la futura hermandad son difíciles, pues el anterior presidente de la junta es miembro de la hermandad y según dicen boicotean cualquier actividad de la asociación de vecinos”.
Éste es sólo un ejemplo. Con otros matices, la memoria de la ODC también recoge otros enfrentamientos entre miembros de la junta directiva de una asociación de vecinos en la zona sur. Entonces, el Defensor destacó, entre otras cosas, que “los locales cedidos son patrimonio del Ayuntamiento, o sea, del pueblo de Jerez, y sólo se puede poner en cuestión la cesión de los mismos si los fines para los cuales han sido cedidos no se corresponden con el documento de cesión”.
Ahora, con el nuevo reglamento se intenta dar un paso más, aunque haya aspectos del mismo que han sido motivo de alegaciones por colectivos como Democracia Viva.
Entre otros aspectos apuestan por que la Delegación de Participación Ciudadana no asuma todo el protagonismo a la hora de resolver conflictos por usos indebidos de los locales (artículo 4). Así, se reclama la intervención como mediador del Defensor de la Ciudadanía previamente, lo mismo que se solicita cuando se presenten quejas y reclamaciones por parte de los usuarios o socios de los centros de barrios.
Además de esto, desde Democracia Viva se defiende la necesidad de ser más flexibles en los apartados donde el Ayuntamiento subraya que los gastos de mantenimiento como la luz, el agua, la limpieza y el seguro de responsabilidad civil serán sufragados de forma proporcional a las horas de uso del centro por parte de las asociaciones usuarias. Así, se insta a completar el artículo 8, para que se abra la puerta a un acuerdo en distinto sentido que pueda adoptarse en la comisión gestora de cacada centro, responsable de velar por el cumplimiento del reglamento. Todo sea por evitar potenciales problemas.
ALGUNOS DATOS DE INTERÉS
# El Reglamento de uso y convivencia de los Centros de Barrios cuenta con 14 apartados, desarrollados en seis páginas.Destaca que se limita el uso de los locales a días laborables, salvo excepciones que serán estudiadas. Además, se prohíbe la instalación de barras de bar.
#La propuesta inicial ha sido aprobada por la Junta de Gobierno Local celebrada el 16 de septiembre de 2011 y también tiene la aprobación inicial del Pleno de la Corporación Municipal de 27 de septiembre de 2011.
# Tras la publicación de la aprobación inicial en el Boletín Oficial de la Provincia de Cádiz (BOP) se abrió un plazo de alegaciones de un mes, que expiró el pasado 30 de noviembre.
# Una vez analizadas las propuestas, y aceptadas o denegadas, el texto será llevado de nuevo a Pleno para su aprobación definitiva y su remisión al Boletín Oficial de la Provincia. La normativa entrará en vigor a partir de la fecha de su publicación.
# A falta de confirmación oficial, los colectivos y asociaciones han presentado alrededor de medio centenar de alegaciones o sugerencias.