Según han indicado fuentes de la Delegación provincial de Educación, este lunes las trabajadoras de Limasa --la empresa concesionaria-- han continuado las labores de limpieza que restablecieron el pasado viernes, aunque han admitido que en los colegios aún "hay suciedad acumulada" debido a la huelga y a la jornada electoral de este domingo.
En la misma tónica, desde la Federación Local de Asociaciones de Padres y Madres de Jerez (Flampa) se ha resaltado la "normalidad" con la que ha transcurrido este lunes y ha instado a las administraciones y a las trabajadoras del servicio a que "agotemos todas las vías y todos los recursos" para evitar que los centros tengan que volver a interrumpir su actividad docente por un conflicto laboral.
Desde Educación han apuntado que el requerimiento que hizo la Consejería al Ayuntamiento jerezano para que en un mes normalice el servicio "aún está vigente", teniendo en cuenta los "precedentes de huelga" que tiene el servicio de limpieza --la última ha sido la cuarta de este curso-- y que la plantilla está pendiente de un nuevo ingreso a principios de abril.
Balance
La última semana será difícil de olvidar para la comunidad educativa en general. Se veía venir y, ya sea por su duración, o la irregularidad de los servicios mínimos fijados, la cuarta huelga de limpieza en lo que va de curso que ha protagonizado la plantilla de Limasa durante siete días ha sido la más agresiva de todas, llegando a dejar en casa hasta 5.500 escolares, cifra a la que hay que sumar las decenas de alumnos que no asistieron por decisión de sus padres al entender que las aulas no reunían los requisitos de salubridad exigibles. Afortunadamente, hoy lunes podrán regresar a las clases con normalidad, al margen de que los colegios tarden todavía unos días más en estar al 100% en lo que a limpieza se refiere.
Aunque contentas por retomar la actividad, “porque nosotros hemos sido afectadas doblemente, como madres y como trabajadoras”, desde el comité de empresa de Limasa las trabajadoras mostraron su “indignación” el pasado viernes al considerar que al Gobierno local “le ha importado más que los colegios estén limpios para votar que para que los niños puedan volver a clase”.
Para las representantes de la plantilla, no se tendría que haber llegado al extremo de que una docena de centros hayan tenido que suspender su actividad para empezar a pagarles. “Si se quiere el dinero se busca hasta debajo de las piedras, y no han querido hasta el jueves por la noche, que hemos empezado a cobrar”.
Mientras llegaba la solución, ha habido protestas de todo tipo: ante los centros, marchas de padres y alumnos... “Una madre ha salido llorando del colegio por haber tenido que llegar a su hija en una pocilga por no tener con quien dejarla”, señalaba muy enfadada la presidenta del AMPA del Manuel de Falla. Como ella, muchas familias creen que estos días a sus hijos se le ha arrebatado la dignidad en su educación.
Hasta ocho bolsas de basura
Las trabajadoras de Limasa regresaron al trabajo el pasado viernes a las seis y media de la mañana, y en los primeros centros donde reanudaron su labor llegaron a sacar “hasta siete y ocho bolsas de basura” en cada uno de ellos.
Siete días sin acudir a limpiar
Siete días -nueve, si se incluye el fin de semana- han durado los paros de las trabajadoras de Limasa, cuya falta de actividad ha obligado a la Delegación provincial de Educación a suspender las clases en hasta 12 colegios en la recta final de la huelga.
