El borrador de la ordenanza metropolitana del taxi propone una "fórmula mixta" para regular la prestación del servicio en el conjunto del área metropolitana, de modo que un taxista deberá cubrir por defecto el área para la que recibió la licencia aunque podrá recoger a un usuario en otro municipio si se concierta, por ejemplo, vía telefónica.
Así lo han señalado a Europa Press fuentes de la negociación después de que el Instituto Metropolitano del Taxi, presidido por la Diputación de Granada, haya trasladado el documento a todas las partes afectadas: ayuntamientos, sindicatos, asociaciones de consumidores y a los profesionales del sector.
La pretensión es que los diferentes actores estudien el documento y presenten sus propuestas para mejorarlo. Está previsto que la nueva ordenanza quede aprobada como muy tarde en junio de 2013 para cumplir los plazos fijados por la Junta tras la entrada en vigor del reglamento andaluz del taxi.
El principal escollo del documento es la aplicación de la figura del área de prestación conjunta, que permite a los taxistas ofrecer sus servicios en cualquiera de los municipios que la integran.
La mayoría de los taxistas de la capital no quieren que el servicio se abra totalmente por considerar que la llegada indiscriminada de compañeros del área metropolitana puede reducir su volumen de trabajo.
No obstante, desde el Instituto Metropolitano del Taxi han destacado en los últimos meses la necesidad de prestar un servicio de calidad al ciudadano, de modo que ningún pueblo se quede desatendido, y de encontrar fórmulas que eviten que un taxi que lleva a un cliente a un municipio tenga que volver vacío, ya que esto encarece el servicio.
En este contexto, el borrador de la ordenanza propone una fórmula mixta por la que se abre de manera parcial el área de prestación conjunta. La idea sería que un taxista cubra por defecto la zona para la que recibió la licencia aunque si un usuario concierta, por las diferentes vías que existen, ser recogido en otro término municipal el profesional podrá ir a por él.
Hasta la fecha, no se ha definido cómo se abordarán las negociaciones, esto es, a través de una mesa de negociación conjunta o con reuniones individuales, aunque los diferentes sectores pueden ahora presentar sus propuestas al documento, que también adaptará el servicio a la normativa andaluza.
La ordenanza andaluza vincula la licencia de taxi a una sola persona y a un solo vehículo, de modo que el titular no podrá arrendarla ni cederla, pudiendo solo transmitirla previa autorización municipal. Además, obliga a los taxis de los pueblos a tener taxímetros y se incluirá la exigencia de una adaptación progresiva de los vehículos para transportar a personas con discapacidad.
El Instituto Metropolitano del Taxi tendrá potestad para controlar que estas medidas se cumplen y para sancionar en caso contrario.