Estados Unidos ha aplazado una prueba balística prevista para la semana que viene a fin de "evitar cualquier confusión o error de cálculo", habida cuenta del repunte de las tensiones entre Corea del Norte y Estados Unidos, según ha confirmado este sábado una fuente del Departamento de Defensa.
"Esto es algo lógico, prudente y la forma responsable de actuar", ha declarado esta fuente bajo la condición de anonimato, en referencia a una prueba balística, planeada a largo plazo y que se tendría que ejecutar la semana que viene desde la base aérea de Vandenberg, en California.
La prueba del misil intercontinental Minuteman III no estaba vinculada a "nada relacionado con Corea del Norte", de acuerdo con esta fuente, que ha precisado que hay otro lanzamiento programado para el mes de mayo.
En consonancia con los últimos pronunciamientos de la Administración estadounidense, esta fuente de Defensa ha insistido en que Washington está totalmente preparada para responder a cualquier amenaza de Corea del Norte.
ESCALADA DE LAS AMENAZAS
Corea del Norte ha asegurado que podría atacar las bases militares estadounidenses en Corea del Sur y en el Pacífico, los territorios de ultramar, así como el territorio continental. La Casa Blanca, hasta el momento, ha descartado que Corea del Norte lance un ataque.
Desde que Pyongyang declarara el "estado de guerra" el pasado sábado de forma oficial contra Estados Unidos y Corea del Sur, el régimen de Kim Jong Un ha iniciado una escalada de las tensiones y ha exacerbado la situación en la península de Corea.
Estos movimientos se enmarcan en el recrudecimiento de las tensiones, que comenzó el año pasado, con los lanzamientos de cohetes de largo alcance en abril y diciembre, y que han continuado en 2013, con la prueba nuclear del pasado 12 de febrero por parte de Corea del Norte.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha condenado estas acciones, al considerar que violan las resoluciones que prohíben a Corea del Norte desarrollar y usar tecnología nuclear y de misiles balísticos.