El sector financiero andaluz ha perdido en los últimos cinco años, entre 2008 y 2013, un total de 8.733 empleos, según datos facilitados por Comfia CCOO, que precisa que en ese período se han perdido 2.055 oficinas en toda Andalucía.
Según los datos facilitados por Comfia CCOO a Europa Press, en los últimos cinco años han disminuido el número de empleos en Andalucía en 8.733 empleos, pasando de 37.335 trabajadores en 2008 a 28.602 empleados en 2013, lo que supone un descenso del 23 por ciento, mientras que en ese mismo período se ha producido un descenso en el número de oficinas del 29 por ciento, pasando de las 7.161 oficinas de 2008 a 5.106 oficinas de 2013.
De esta forma, actualmente el sector financiero andaluz posee 28.602 empleados, un 23 por ciento menos que en 2008, y, en cuanto al número de oficinas, actualmente existen 5.106 sucursales de cajas y bancos, 2.055 menos que en 2008, lo que supone un descenso del 29 por ciento.
Por provincias, en Sevilla existen 6.450 trabajadores y 1.039 oficinas; en Málaga hay actualmente 6.148 trabajadores en el sector financiero y 977 sucursales bancarias; en la provincia de Granada hay actualmente 3.452 trabajadores y 645 oficinas; en Cádiz se registran 3.066 trabajadores y 573 oficinas; en Almería hay 3.074 empleados y 492 sucursales; en Córdoba hay 2.810 trabajadores y 551 sucursales; en Jaén hay 2.177 trabajadores y 497 oficinas; y en Huelva hay 1.425 empleos y 332 sucursales.
CCOO ha advertido de que "el cierre masivo y la extinción de plantilla provoca exclusión financiera a la ciudadanía", tras lo que ha lamentado la "pérdida de empleo de calidad directa y empleo neto indirecto que se registra con el cierre de oficinas".
Asimismo, alerta de la "dificultad de fomentar el desarrollo económico y distribución del crédito al estar manejado por el oligopolio financiero que se está generando".
También advierte de la "contradicción entre supresión de empleo y fomento de las horas extra fraudulentas", así como de los "elevados riesgos psicosociales en las plantillas del sector financiero, por la presión de la dirección y la mala imagen vertida a clientela y consumidores, consecuencia de directivos tóxicos".
El sindicato ha lamentado que se "desaproveche" la posibilidad de "constituir una banca pública con las entidades nacionalizadas".