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Nerva busca presidente para la segunda sociedad más antigua de España

La sociedad Centro Cultural de Nerva, segunda más antigua de España, tendrá que buscar en el plazo de 15 días nuevo presidente y junta directiva que se hagan cargo del centenario casino tras la dimisión de sus actuales responsables

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  • Miembros dimitidos -

La sociedad Centro Cultural de Nerva, segunda más antigua de España, tendrá que buscar en el plazo de 15 días nuevo presidente y junta directiva que se hagan cargo del centenario casino tras la dimisión de sus actuales responsables en la última asamblea general extraordinaria.

A la decisiva reunión, en la que se debatió la situación económica por la que atraviesa la sociedad y a la que asistieron tan sólo tres de los ocho directivos con los que cuenta la junta (el presidente, Salvador Prado; el vicepresidente-secretario, Antonio Prado y el tesorero, Salvador Balbuena), acudieron una treintena de socios de los más de 500 con los que cuentan.

Antes de poner su cargo a disposición de la asamblea, Prado explicó que, “de seguir decreciendo el número de socios al ritmo que vamos (50 bajas al año), muy pronto no podremos hacernos cargo de las mensualidades que genera la hipoteca de 192.000 euros a la que el Centro Cultural está lastrado hasta el 2025. No es que estemos en números rojos pero cada vez salen las cuentas más justas y tenemos que hacer algo antes de que sea tarde”, asegura.

En poco más de un año de mandato, Prado ha conseguido reducir determinados gastos fijos a los que mensualmente tiene que hacer frente la sociedad, desde los recibos de la luz y el agua, hasta el teléfono, pasando prensa, limpieza y mantenimiento. Pero no ha logrado frenar la sangría de socios que han ido dándose de baja durante los últimos meses poner distintas razones: crisis, paro, incremento del 20 % en el servicio de repostería en terraza, apatía generalizada, uso de las dependencias de otras personas que no son socios, por poner algunos ejemplos.

Antes de confirmar de forma irrevocable su renuncia al cargo, Prado tomó nota de algunas de las sugerencias y propuestas que los socios le pusieron encima de la mesa para salir de la situación actual en la que se encuentran. A juicio de estos, la solución pasa por distintas acciones a acometer en el plazo más breve posible: solicitar ayuda a las administraciones públicas; una subida de cuota (en la actualidad pagan 6 euros y no se sube desde hace 15 años); venta de parte del patrimonio pictórico (hubo quien propuso la venta del famoso autorretrato de Vázquez Díaz, cuestión a la que se opusieron muchos socios); refinanciación de la deuda con la intención de alargarla al máximo número de años y la menor cuota posible; contratación de un conserje que regule el acceso, uso y disfrute de los servicios de la sociedad; dotar de mayor contenido cultural y nuevas propuestas atractivas a la sociedad con el fin de atraer a nuevos socios, etc.

Lo cierto y verdad es que, para la mayoría de los socios, la situación por la que atraviesa el Centro Cultural es fiel reflejo que lo que pasa en la sociedad local, donde cada vez hay menos personas interesadas en asumir ciertas responsabilidades públicas, sobre todo jóvenes, y las que finalmente acceden lo hacen porque se sienten obligadas o tienen algún lazo familiar que les impide dar una negativa por respuesta, como fue el caso del dimitido presidente.

En 15 días se sabrá si el Centro Cultural de Nerva apuesta por mirar con decisión y determinación al futuro o se queda anclado en los alarmantes niveles de apatía generalizada en los que parece estar sumido. Prado duda mucho que en la próxima asamblea, a celebrar en dos semanas, con el único punto en el orden del día de Presentación de Candidatura para Elección de Presidente, se presente algún socio dispuesto a asumir el reto. Veremos.

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