La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, girará visita este viernes semana a EMED Tartessus cuando no se ha cumplido ni un mes desde que anunciara en sede parlamentaria que la empresa interesada en la reapertura de la histórica mina de Riotinto desde 2007 contaría con todos los requisitos para poner en marcha su proyecto durante el presente mes de abril.
Según ha informado Juan A. Hipólito, de Onda Minera RTV Nerva, todo parece indicar que Díaz anunciará esta vez en el corazón de la Cuenca Minera la concesión de los derechos mineros que permitirán a la filial de EMED Mining comenzar los preparativos de una explotación que lleva inactiva más de 10 años y en la que tendrá que emplearse a fondo durante los próximos seis meses para comenzar a producir cobre lo antes posible.
Para empezar, EMED tendrá que cumplir una serie de condicionantes medioambientales, hasta un total de 304, de los que destacan aquellos relacionados con las balsas, lixiviados y estériles. Además, tendrá que encargarse de la puesta a punto una maquinaria obsoleta que lleva sin producir cobre desde que la explotación se clausuró en 2002.
Por el momento, la empresa no se ha pronunciado desde que se anunció la Autorización Ambiental Unificada, AAU la pasada semana, paso previo a la entrega de los derechos mineros, que trabajadores de la propia empresa y desempleados de la zona reivindicaron con un encierro en Corta Atalaya y una marcha a pie hasta el Parlamento de Andalucía, respectivamente, hace dos años.
En la Cuenca Minera la expectación, en torno a la cada vez más probable reapertura de la mina de Riotinto es total. Buena prueba de ello son los más de 3000 currículos que Adecco ha recogido en los siete ayuntamientos que forman parte de la comarca, para la base de datos que EMED se encuentra elaborando con vistas a una próxima puesta a punto.
En bares, tiendas, a las puertas de los colegios, de un lado a otro, durante estos días, no se habla de otra cosa en cada uno de esos municipios, desde el que congrega a un mayor número de habitantes, como Nerva, hasta el más pequeños, como La Granada de Riotinto, pasando por Riotinto, El Campillo, Zalamea la Real, Campofrío y Berrocal. Y todos coinciden en la frase más repetida, “ojalá y esta vez sea cierto”.
Todos, políticos y ciudadanos de a pié, representantes de colectivos y asociaciones, se han movido durante estos días entre la esperanza y escepticismo, aunque a medida que pasan los días cada vez son más los que prefieren ser optimistas y ver la botella medio llena.
Las opiniones de los primeros ediles de las poblaciones con mayor número de habitantes de la zona basculan entre la esperanza mostrada por los líderes de los partidos de izquierda, y la desconfianza de las filas del PP.
En la Cuenca Minera, una de las zonas más deprimidas de la provincia onubense, todos quieren creer en la ansiada reapertura de la mina, que podría dar empleo a más de 300 personas de forma directa y a alrededor de 1.000 de forma indirecta, y terminar de este modo con unos índices de desempleo brutales que se ceban especialmente con la población más joven.