La propuesta socialista modifica el artículo 85 de la Cámara para que los diputados y diputadas que por razón de maternidad o paternidad, o en los supuestos de enfermedad prolongada, no puedan cumplir con su deber de asistir a los debates y votaciones del Pleno puedan delegar el voto en otro diputado o diputada, o efectuarlo por un procedimiento telemático que garantice su voto.
La delegación de voto será mediante escrito dirigido al diputado afectado a la Mesa del Parlamento, en donde deberá constar el nombre del miembro de la Cámara que recibe la delegación, así como los debates y las votaciones donde habrá que ejercerse o, en su caso, el periodo de duración.
La Mesa establecerá el procedimiento para el voto delegado y telemático así como los criterios de enfermedad prolongada.
Han sido varios los intentos, tanto en la Mesa de la Cámara como en la Junta de Portavoces, de conseguir un acuerdo sobre esta situación, que encendió las luces de alarma de los socialistas en un pleno celebrado a principios de octubre pasado.
En esa ocasión, dos propuestas del PSOE fueron rechazadas por la ausencia de dos diputadas embarazadas, entre ellas Verónica Pérez, de otra enferma y por la asistencia de Manuel Chaves a una recepción del Rey en La Zarzuela.
Días más tarde, la presidenta del Parlamento, Fuensanta Coves, instó a los tres grupos a lograr un consenso unánime para abordar una reforma del reglamento de la Cámara, pero el acuerdo no fue posible.
La reforma es "esperada, deseada y justa, comprometida con la igualdad, que es especialmente simbólica para las mujeres diputadas", aseguró en defensa de la misma la diputada socialista, Verónica Pérez.
Sostuvo que es un "triunfo de todas las diputadas socialistas, que hemos hecho causa común ante una reivindicación vieja en los pasillos" de la Cámara, e insistió en que la iniciativa "hace mejor y más igual" a la Cámara.
Pérez no ocultó que la reforma garantiza, igualmente, que no se altere la representación surgida de las urnas en caso de ausencias, especialmente en casos de maternidad y paternidad -ha recalcado-.
El PP acusa al PSOE de imponer la reforma
La diputada del PP María José García Pelayo comenzó recriminando a los socialistas su "escasa" voluntad de consenso y el intento de "imponer" una reforma que los populares han apoyado con "dudas y cautelas".
García Pelayo, que se mostró partidaria del voto telemático y de considerar "inviable" el voto delegado, opinó que la iniciativa es "confusa" y cuestionó que los socialistas sean los verdaderos defensores de la igualdad de la mujer y aseveró: "Clara Campoamor estaría hoy en las filas del PP no en las del PSOE".
Además, criticó que lo que hay "detrás" de la reforma es una "operación para salvar la mayoría" socialista.
Ignacio García, de IU, expresó en primer término su respaldo y saludó que compatibilice la defensa de la maternidad y la conciliación de la labor de las diputadas, pero "también de los hombres, algo -dijo- a lo que no se han referido".
"Se pudo haber aprobado hace cuatro meses y no se hizo por el rechazo del PSOE a una propuesta de IU, pero entonces no era tan importante", se lamentó.
García cuestionó la voluntad de consenso del PSOE y esgrimió que para que se respeten las mayorías lo que tienen que hacer es "ser serios y acudir a los plenos".
