La gerencia de la Escuela de Hostelería de Islantilla ha prohibido a los 60 alumnos que mantienen un encierro en el centro desde hace una semana, que usen los baños del edificio, así como que tomen alimentos de las cámaras y despensa de la escuela.
El portavoz de los alumnos, Isaac García, ha dicho que los alumnos se han encontrado "por sorpresa y sin previo aviso" con esta prohibición, aunque se han reafirmado en continuar con la medida de presión para conseguir que se firme el plan formativo del centro, y que los trabajadores cobren las cuatro nóminas que tienen atrasadas, así como complementos de enero y febrero de 2013.
García ha señalado que los alumnos se están viendo obligados a salir a los campos del entorno de la escuela a hacer sus necesidades, o bien algunos de los que viven cerca de la escuela les han ofrecido sus casas para que vayan al baño y se aseen.
El mismo portavoz ha dicho que la gerencia de la escuela ha obligado a los empleados de mantenimiento a cerrar todas las puertas interiores con llave, de modo que "lo único que nos permiten es mantener los colchones en el suelo de los pasillos y seguir con el encierro, pero nos quieren rendir dejándonos sin poder hacer las necesidades más básicas".
El encierro de los alumnos lo secundan los 60 que quedan en la escuela, después de que fuesen 86 los que iniciasen las clases, pero hayan ido dejando los estudios ante la ausencia de elementos en la escuela para trabajar, o la incertidumbre sobre si sus clases serán certificadas debidamente.
