María Dolores Barroso, delegada de Cultura y Fiestas, reiteró “el compromiso” municipal con el proyecto Centro Lírico del Sur del coliseo jerezano en el acto de presentación de Falstaff, al tiempo que destacó la coincidencia de la celebración de esta rueda de prensa con el Día del Libro, dada la conexión argumental de esta ópera con la obra del célebre escritor inglés.
Sin embargo, fue Stefano Poda el encargado de relatar los entresijos de una producción que, antes de llegar al Teatro Villamarta, ya se puso en escena en Costa Rica y, tras Jerez, podrá verse en la Ópera Royal de Wallonie en Lieja.
Para el director de escena, con Falstaff no sólo el célebre compositor configura “un gran monumento a la Humanidad, sino que también se renueva”. Una renovación cuando menos paradójica, puesto que se produce en las postrimerías de su vida -con más de 70 años- y abordando una comedia como último legado creativo, ante la insistencia de Arrigo Boito, autor del libreto.
Poda -que además es el escenógrafo, figurinista e iluminador de este montaje- considera Falstaff, además, como “un símbolo”, puesto que logra reunir “muchos significados” en torno a un concepto amplio de cultura. “Abre la modernidad”, sentenció.
“Verdi, que ya había hecho todo lo que un gran hombre debe hacer, crea Falstaff para divertirse, a la vez que corona una gran reflexión, sabia y humanística”, añade. Esta conclusión no es otra que “el gusto por la vida, en el sentido ético y más puro”. Para ello, se vale de la comedia y “se ríe de la vida”. En opinión del director de escena, el personaje de Falstaff no es un ser grotesco ni repelente, sino “Verdi disfrazado, con ganas de reír”.
A la hora de trasladar la música al escenario, Stefano Poda se ha dejado llevar por la partitura, dado que “no hay necesidad de realizar trasposiciones temporales” ni acudir a otros recursos. No obstante, el homenaje a la Humanidad se rinde presentando ante el espectador “el último sueño de una civilización agraria, un tanto bucólica”, preludio de una sociedad industrializada en los albores de la I Guerra Mundial.
Stefano Poda considera que Falstaff es un título “difícil de montar” porque, entre otras cosas, debe contar con “la chispa teatral de los personajes”. No obstante, asegura que esta cualidad se encuentra en el reparto configurado para las dos representaciones.
Los barítonos Luis Cansino y José Julián Frontal debutan en sus respectivos papeles. El primero, como el protagonista Falstaff; y el segundo, como Ford. Ambos mostraron su entusiasmo ante este reto profesional, dado que incorporarán estos roles en su repertorio. Junto a ellos, la soprano María Rey-Joly interpretará a Alice, protagonista femenina.
El resto del reparto está formado por Beatriz Díaz -cantante revelación de la revista Ópera Actual-, Pablo García -que también canta por primera vez el rol de Fenton-, Aurelio Puente, Emilia Boteva, Cristina Faus, Eduardo Santamaría y Miguel Ángel Zapater. La Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia hará su debut en el foso del coliseo jerezano, bajo la dirección de Elena Herrera.
La ópera Falstaff que se presenta en el Teatro Villamarta desarrolla en sus tres actos la burla que los personajes ideados infligen a Sir John Falstaff en dos ocasiones. Los intentos de escarceos amorosos del protagonista son debidamente correspondidos con tramas perfectamente orquestadas para derribar sus tretas. En el primer caso, Falstaff acaba en una zanja ante las risas de los presentes. En el segundo, los burladores se disfrazan y envuelven al seductor de tal modo que éste confiesa sus pecados.
