El altar de San Mateo se convierte en un mural de flores...
Alegría, bullicio y color, mucho color. Estos fueron los tres elementos que caracterizaron un año más uno de los actos más populares y multitudinarios de las Fiestas Aracelitanas. La Ofrenda de Flores a la Patrona se convierte en un auténtico ejemplo de participación y de fervor mariano a la Virgen de Araceli.
La cita fue en el Paseo de Rojas. Entre la frondosa arboleda del foro lucentino los devotos aracelitanos se fueron congregando por decenas, centenares y miles. Numerosas mujeres, cada año más, vestidas con el elegante traje tradicional de Lucena. Otras con trajes de gitana, de flamenco o con sus mejores prendas. Ellos con trajes o con camisa. Pero todos con un elemento común: ramos de flores en el segundo día de las Fiestas Aracelitanas, aquel que reúne a representantes de asociaciones, colectivos, partidos políticos, fuerzas de seguridad y vecinos en general, con un único e igualitario objetivo, llevar flores a la Señora.
La Junta de Gobierno de la Real Archicofradía de María Santísima de Araceli era la encargada de organizar el multitudinario desfile. Organizados por actividades ya fuese: musical, deportiva, cultural..... los lucentinos se fueron reubicando para realizar su tradicional ofrenda floral a María Santísima.
La Aracelitana Mayor, María Teresa Torres y la corte de honor compuesta por la por las jóvenes Laura Mora Hinojosa, Lola Angulo González, Clara Ramírez Baum y Cristina Ramírez Baum, ataviadas con el traje típico de lucentina participaron en el cortejo.
Un río de aracelitanismo hacia la iglesia de San Mateo marcado por el colorido de los presentes a la Patrona, que fueron marcando en el altar del recinto eclesiástico un mosaico multicolor de pétalos. El desfile también contó con la presencia de varias bandas de música, que dieron la nota sonora a la Ofrenda.