La semana pasada la Junta de Andalucía daba a conocer la decisión del Consejo de Gobierno de inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, con la categoría de Monumento, la Iglesia de Santa Cruz o Catedral Vieja de Cádiz. Este edificio, primer templo cristiano de la ciudad, fue mandado a construir en el siglo XIII por Alfonso X el Sabio en el centro del núcleo urbano medieval (barrio de El Pópulo), sobre el solar de la antigua mezquita mayor musulmana. 

El régimen de protección acordado por el Consejo de Gobierno incluye, además del edificio, un conjunto de 132 bienes muebles fechados desde los siglos XVI y XX. Entre ellos figuran esculturas, pinturas de caballete, piezas de orfebrería y cruces de marfil. 

Pero lo que llama la atención es que casi la mitad de esos bienes muebles que se encuentran ya en régimen de protección (un 42 por ciento concretamente)no están visibles a los gaditanos y visitantes. La mayor parte de ellos se encuentran en la sala del antecabildo, en la sacristía y en el despacho del párroco, desconociéndose por otro lado, en qué condiciones se pueden encontrar y si es necesario proceder a su restauración.

distribución
Entre las esculturas que se encuentran en la sala del antecabildo destacan una de San Juan de Prados, otra de San Antonio de Padua, y una Virgen María Asumpta (en el inventario se detalla que ésta se encuentra depositada en la escalera de acceso a la sala del antecabildo y sala del cabildo). Al margen de imágenes también hay pinturas como la del Sueño de San José, Cristo Salvador, o retratos de varios apóstoles. 

También es llamativo que en el inventario de los bienes muebles protegidos de Santa Cruz figuran navetas, vinajeras, cáliz, copones, y demás elementos para el servicio de altar, lo que permite hacerse una idea de la calidad de todos estos enseres, que en su mayoría se encuentran en la sacristía. 

Y si el 42 por ciento de los bienes que aparecen en la lista no pueden ser contemplados por el público, existen otros que sí están a la vista, que son de sumo valor y que, sin embargo, no están inscritos en el inventario. Es el caso de la pila bautismal del siglo XVII que se encuentra actualmente en una de las naves del templo, y que se ha convertido en uno de los elementos identificativos del mismo.

buena acogida
El párroco de Santa Cruz, Guillermo Domínguez Leonsegui, calificó de “muy buena noticia” la inclusión de su templo en el Catalogo General de Patrimonio Histórico en la categoría de Monumento “porque supone el reconocimiento del valor histórico y artístico de este edificio”, lo que conllevará que el templo tenga “prioridad” a la hora de optar a convenios de restauración. 

Al mismo tiempo el párroco afirmó que la propuesta partió directamente de la Consejería de Cultura de la Junta.