¿Desgaste?

Al igual que en el exceso de todo tipo de cosas, físico, trabajo,  etc, el tratar de meternos por los ojos y oídos, lo más vendible y menos vendible, en esto de la política suele suceder lo mismo. Ocurre como en esa frase tan archiconocida del fútbol, que es la siguiente, “en el fútbol,  dos y dos no son cuatro”, y es así, a eso estamos llegando. a tantas heterogéneas circunstancias en las que no saben que argumentos utilizar para que, sea el partido que fuere, pueda dar un paso adelante creíble, con autenticidad, de tal manera, que el pueblo comprenda y entienda, sin recovecos ni vericuetos que no conducen a ninguna parte. Los ciudadanos están carentes de veracidades, y ¿qué digo yo?, ¿veracidades?, es que me cuesta adjetivarlo para que ustedes me entiendan. Lo cierto es que, esto no hay quien me lo quite de la cabeza, que nos metemos en  el desgate, pero en un desgaste genérico, que es lo más grave, fruto del desdén, el robo, la codicia, el mal gobernar y falta de humanidad,  para entrar en esa dinámica de estar en el ojo del huracán  y en el punto de mira de una Europa, del grupo que la conforma que se debería mirar en el espejo, porque son también muchos agujeros negros los que tiene su tan “abrillantado” grupo. Pero vayamos a lo nuestro, a ese desgaste que se palpa en los ciudadanos,  está gastada la credibilidad, y con más razón cuando parece que se agosta el tiempo para un pacto político que permita contar con un gobierno que el pueblo llano lo ve muy  lejano. Unos por ideologías, otros por intereses, y en otros casos, por puro partidismo, anteponiendo el bien personal al bien común, para continuar medrando en la política.  Desgaste que raya ya en la desvergüenza de los que roban a mansalva a todo un país, que pregonan pseudoverdades y continúan desde sus “status” delinquiendo, tan ancho y tan pancho, en el día a día.  Parece ser que, ya el Ministro del Interior según oído, Fernández Díaz, ordena engrasar la maquinaria para las próximas elecciones el 26 de junio del presente año.  ¿Aguantará el desgaste que se avecina el pueblo en este nuevo reto? ¿Qué se puede esperar de la respuesta de las urnas nuevamente? ¿Ha pensado debidamente el gobierno en funciones el fruto de los resultados?¿Será esta la solución?¿Qué estrategia se persigue? Lo muy cierto es que, sea lo que fuere, entiendo que al pueblo se le ve ya “cansado”, más de lo mismo para lo mismo, se está dando un fenómeno social en nuestro país no vivido jamás desde la transición, y todo, menos mal que  afortunadamente está la  presencia insoslayable de un Jefe de Estado. El desgaste puede pasarnos factura, y muy cara, sobre todos a aquellos miembros de la sociedad española que lo están pasando tan mal, y que serán seguro, los que pagaran a grosso modo, las consecuencias de un país hipotecado al que marca las pautas Bruselas.