La segunda fase, que comenzará una semana más tarde, comprende el resto de la calle, si bien se distribuirá en tres tramos. El primero de ellos, situado entre las calles Ancha y Jerónimo Medina, convertirá la vía en peatonal. El segundo tramo, entre Jerónimo Medina y el campanario de la iglesia de Santiago, dejará al mismo nivel la calzada y las aceras, aunque se permitirá el tráfico. Se eliminarán los aparcamientos, en total unas doce plazas. El tercer tramo comprende entre las calles Álamos y el campanario, con diferencia de nivel entre la calzada y la acera. Además los contenedores situados junto a la iglesia de Santiago se cambiarán, así como la cabina de teléfonos. Esta fase cuenta con un presupuesto de 230.000 euros, financiados al 50 por ciento por el Ayuntamiento y la delegación provincial de Turismo, Comercio y Deporte, a cargo de las ayudas de urbanismo comercial.
El concejal de Obras, José Cantizani, señaló que el objetivo es convertir la zona situada alrededor del llanete de Santiago en un paseo. Los acabados de los materiales serán de color rojo para las aceras, adoquín de granito para la banda de rodadura y adoquín de hormigón para los aparcamientos.
El proyecto ha recibido el visto bueno de la Comisión Provincial de Patrimonio, aunque ha pedido que cuando se ejecute la excavación en el entorno del llanete se encuentre bajo la presencia de un arqueólogo.
Las Fiestas de Santiago se trasladarán al colegio Barahona de Soto.