La visión por provincias que ha mostrado esta semana la encuesta de la Egopa indica que el PP pisa los talones al PSOE en Andalucía y que, de hecho, le superaría en algunas de sus provincias, como son Almería, Málaga y Cádiz. Sea por mero entretenimiento, el caso es que analizar la situación política de las dos principales formaciones, PSOE y PP, en este instante de sus existencias en un entorno como la provincia de Cádiz, en medio de procesos congresuales y con las elecciones más próximas para 2019, como son autonómicas, europeas y municipales, y generales para 2020, salvo posible adelanto al 2018, viene a ser como atiborrarse de esponjitas; no alimentan, no aportan energía ni casi ninguna otra cosa, ni proteínas, ni carbohidratos, ni nada saludable, sólo azúcares perniciosos con colorantes insípidos. Pero, por textura y dulce tonalidad, son irresistibles.
Los tres núcleos poblaciones principales de la provincia de Cádiz son Jerez, Algeciras y Cádiz capital, los que más votos aportan y de cuyos partidos judiciales salen un mayor número de diputados. Para el PSOE son nidos de conflicto; Algeciras está divida en tres facciones y anda como un pollo sin cabeza: por un lado, Juan Lozano, que es el candidato de Ruiz Boix y, por tanto, del sector oficial o el llamado susanista, de otro Isabel Beneroso, promovida por Rafael España, aún metido en todo esto, por tanto por Luis Pizarro, además de Rocío Arrabal, que aún sin definirse también participa del ambiente del citado España. Estas dos últimas es probable que se unan en un congreso final para intentar arrebatarle el control a Lozano, cuyo liderazgo es débil y, según apuntan desde allí, “efímero”.
Su situación en Cádiz capital no es mucho mejor, de hecho hoy el PSOE está pagando el apoyo de investidura a Podemos porque no es alternativa creíble para erigirse en gobierno. Quien está en contra de Kichi se sitúa en el PP, no en el PSOE, que poco podrá argumentar contra un gobierno al que puso alfombras rojas. A eso añadir la fragilidad que muestra Fran González, muy cercano a Pedro Sánchez pese a que guste nadar y guardar la ropa. No fue a Alcalá, tampoco a Dos Hermanas, pero todos saben de sus desayunos a solas con él. Y Jerez es una bomba de relojería con efecto programado para un congreso local donde el sector que reúne a Alconchel, Gil, Armario y Galván intentarán hacerse con el control de la agrupación local frente a Mamen Sánchez, alcaldesa, a quien Susana Díaz arrulla con pública ternura cada vez que la ve porque la agrupación jerezana es grande, su posición no está del todo definida y Díaz sabe bien medir los abrazos. ¿Enfrente?
En Algeciras el PP no tiene debate porque Landaluce es candidato firme, goza de absoluta en su territorio y nada hace indicar que pueda perder esa condición en próximos comicios. Potente, como lo será Teófila Martínez en Cádiz si se confirma lo que ya muchos dan por seguro y es que vuelve a presentarse, más al ver como Bruno García, su posible sustituto, se aleja cada día más del escenario. Teo saborea la idea, quizás confiara en algún puesto en Madrid que no ha llegado tras la última remodelación del Gobierno de Rajoy y se siente con fuerzas para un trayecto más, quizás el último, piensa, que le permita poner un broche más adecuado a su trayectoria. Y en Jerez el PP presentará otra vez a Pelayo, María José, posiblemente para disgusto de quienes confiaban en que así no fuera. De confirmarse, y de hecho ya anda de paseo por barriadas a modo de defcom 5 y subiendo escala porque acude a todo como si estuviera en campaña, sería ejemplo de estrategia medida en el sentido de que durante estos casi dos años el rostro y la bulla la ha puesto Saldaña para, llegado el momento, cederle el foco a su jefa, que como todo el mundo sabe es la mejor candidata que podría presentar el PP hoy en Jerez. Tal vez en la idea de más tarde cederle el testigo a Saldaña, relevo previsto y para lo cual solo falta el cuándo.
Al frente de ambos partidos, Irene García, PSOE, que tiene incendios localizados por la división interna entre los fieles a Díaz y los seguidores de Sánchez, con un periodo de congresos movido comenzando por el federal, pero que salvo sorpresa mayor no debe sufrir para mantener la secretaría provincial en el suyo tras verano salvo que Díaz no gane y los críticos se hagan más fuertes. Críticos que están en Chiclana, donde su alcalde, José María Román, disfruta soñando la disputa de delegados para el congreso respecto a los que sumará la otra corriente y que en su localidad tiene como referente a Jiménez Barrios, vicepresidente. ¿Los contará también Susana?; o el Puerto, donde De la Encina intenta recuperar el tiempo perdido en una localidad con tradicional voto conservador y donde Sanz obligará a presentarse de nuevo a Candón y, así, cobrarse el acta de diputado de la que disfruta. A García le inquietan la sierra, donde sabe que se podría jugar algún diputado clave, y el Campo de Gibraltar, donde quisiera captar a Juan Franco en La Línea y quedarse los votos del independiente y, para ello, se acercará a tentarle en unos días... A Franco también le quiere el PP, que allí cuenta con Nacho Macías tras mandar a Olivero a Tarifa, sin candidato desde la inhabilitación de Juan Andrés Gil, como también lo quiere Jorge Romero, alcalde de Los Barrios, para apuntalar su proyecto comarcal independiente de Cien por Cien en Los Barrios, La Línea, Tarifa, San Roque y Algeciras que le permita sacar un diputado y, de paso, quedárselo él ya que no puede repetir como alcalde tras firmar ante notario que no estaría más de ocho años.
Y Antonio Sanz, PP. La encuesta de la Egopa en la provincia le ha hecho recuperar algún kilo, cosas del ego, de los que había perdido, y aunque su fidelidad a Arenas es sólida, observa intrigado los halagos de Cospedal como tras en el reciente congreso de hace unos días pidiéndole, por favor, su continuidad al frente de Cádiz. Tiene conflictos por solventar, como el citado de El Puerto, o Rota, descabezada tras la condena a Eva Corrales y donde Ruiz Arana, PSOE, se consolida con mucha firmeza -debe ser su pasado en juventudes cercano a Susana Díaz y Rafa Márquez lo que le otorga tanto empuje...-. Con los relevos hechos en Chipiona y decidido en Chiclana hacia Andrés Núñez y sin ánimo de tocar Sanlúcar, pese a que nada le haga presagiar mejoría de Mestre frente a un cada día más sólido Víctor Mora, su reto está en localidades perdidas como La Línea o Barbate, donde trasladarán galones a Carlos Llaves y éste, puede, sume en su lista a las dos que se fueron del PA y abandonaron a un Miguel Molina que pasa a englobar la plataforma Andalucía por Sí, como lo han hecho otros: Juan Luis Morales en Villamartín, Peinado y Plaza en Puerto Real y muchas otras agrupaciones como Tarifa, San Roque, El Puerto, San Fernando, donde Fran Romero va a todo y espera paciente su turno, y, sorpresa, gente de peso en Jerez con pasado político, presente y, tal vez, futuro.
San Roque es coto de Ruiz Boix, claro que el grande, por alto, sueña con horizontes acordes a su envergadura; ¿Madrid? ¿Sevilla? Compite en la idea con Fernando López Gil, el delegado de la Junta que gustoso se marcharía a Madrid en la maleta que prepara el socialismo andaluz una vez encajen las piezas, aquí o allá, que conforman la guardia pretoriana de la presidente Díaz, como son Miguel Ángel Vázquez, Máximo Díaz Cano, Juan Cornejo, Jiménez Barrios y Mario Jiménez, aquellos que siempre aparecen rodeándola en las fotos sobre esos pasillos blancos de San Telmo. Díaz aún no va a anunciar lo suyo, no lo hará ni el 28F ni, como muchos esperan, en el acto público del partido del día 4 de marzo; será más adelante y será, nadie lo dude. Por cierto, diez años se cumplen del referéndum sobre la reforma del Estatuto de Autonomía de Andalucía, celebrado el 18 de febrero de 2007, y ni un solo punto de los expresados en el texto se ha cumplido. Ni uno.
Cómo no hacer referencia a San Fernando, donde el PP optará por Pepe Loaiza de nuevo. Aunque será en balde porque no tiene ninguna opción desde que su principal oponente, Patricia Cavada, ha dado solución a esa demanda social ancestral en La Isla -estaba lo del museo de Camarón y justo detrás esto-, solicitada ruidosamente en mercados, asociaciones, colectivos diversos, hermandades y todo círculo ciudadano de más de tres personas referente a que de una vez por todas y para siempre los gais y lesbianas pudieran cruzar la carretera gracias a la instalación de semáforos con muñequitos mostrando de la mano a parejas homosexuales -muñecos de colores, parpadeantes, rojos, verdes-. Hay que tener en cuenta que hasta ahora estas personas, por lo que se ve, no podían cruzar la carretera y daban vuelvas en círculos por las aceras, tristes, vivían de hecho prisioneras en sus manzanas sin poder atravesar el negro asfalto, viendo pasar los coches en una eterna sucesión de tráfico, algunos ideando solución tipo pértiga, otros imaginando túneles subterráneos al estilo La gran evasión... Ya no. Ya pueden. Por fin. Gracias a los semáforos gais con muñecos de colores cogidos de la mano. Qué felices están todos por ello en San Fernando.
Bomarzo