Más de 70 años después del supuesto suicidio de Adolf Hitler, el periodista Wayne Jaminson aborda la cuestión en su última obra, La sombra del Führer, una novela repleto de datos, informes y documentos que “ponen en cuestión la versión oficial de la muerte del dirigente nazi”.
La obra intercala dos historias que convergen en el tiempo. Por un lado, la simulación del suicidio de Hitler y su supuesta vida posterior en Argentina, y, por otra parte, la investigación de un periodista jerezano, una profesora de Historia y un alto cargo del Vaticano, sobre la muerte de un amigo en extrañas circunstancias.
Realidad y ficción mezcladas en una trepidante aventura que se desarrolla en escenarios como Jerez, Cádiz, Roma, Bariloche (Argentina), el faro de Trafalgar y la playa de los Alemanes, y que une ficción, ensayo y texto periodístico en sus páginas.
“Escribir el libro no ha sido tarea sencilla”, pero Jaminson reconoce que “desde siempre he leído libros sobre este tema. Es una materia que me apasiona y eso me ha facilitado el trabajo”. La producción del libro ha tenido tres fases; la primera, de casi un año, en la que el autor ha realizado una fase de investigación y se ha documentado. La segunda etapa, que ha consistido en la redacción el libro le ha llevado nueves meses. Mientras que la última, dedicada a la concepción y modificación de los últimos detalles, ha durado seis meses más.
Jamison explica que “mi mayor dificultad ha sido hacer atractivos multitud de datos y fechas. Por eso, lo he contado a través de una aventura. Hay una intriga que te engancha y atrapa”.
Lejos queda la sombra del periodista que abordó el éxito de Operación Triunfo, a pesar de que, tal como explica, “han pasado doce años y todavía me siguen llamando. Me fastidia porque era un trabajo periodístico, con contratos y documentos. Todavía guardo mucha información de esa etapa”.
Y es que a este inconformista periodista siempre le ha gustado ir un pasito más allá de la verdad y eso busca con esta nueva novela. “Yo pongo las pruebas, hay muchas evidencias de que Hitler no se suicidó. Ahora que cada uno juzgue. No hemos de olvidar que la historia siempre la escriben los vencedores, y aunque ahora estemos en una era de la posverdad, siempre se ha manipulado y adaptado la verdad al interés de los poderes”.