Pero hay formas de saludo y de veneración que son muy difíciles de suprimir. Es el caso de la ceremonia de besamanos de los titulares de las hermandades y cofradías. Es muy difícil decirle a un devoto que no se puede acercar a besar a su imagen, más si cabe cuando ésta ha estado expuesta a tal muestra de afecto durante varias décadas, como puede ser el caso en Cádiz de Nazareno y Medinaceli.
Aunque el vicario general de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, Guillermo Domínguez Leonsegui, aún no ha dado la voz de alarma, y a expensas de que el Consejo Local de Hermandades de Cádiz se reúna la próxima semana para decidir posibles recomendaciones que trasladar a las cofradías, cada junta de gobierno tiene su visión particular al respecto.
INFORMACIÓN se ha puesto en contacto con las hermandades que celebran devota ceremonia de besamanos en cuestión de días, y no son pocas. Durante el mes de septiembre Penas, Descendimiento, Nazareno, Columna, Piedad, Ecce-Homo y Paz (a las que hay que sumar a Medinaceli y Sanidad cuyas tallas cristíferas lo están permanentemente), celebrarán los triduos en honor a sus imágenes marianas.
En el caso de las Penas, su hermano mayor, Miguel Ángel Novo, ha afirmado que la Virgen de la Caridad estará expuesta los días de culto como siempre, dejando a cada persona plena responsabilidad para decidir lo que quiera: “Las cofradías no somos autoridades sanitarias, además por esa regla de tres no podríamos salir de casa”.
Esta postura es compartida también por el hermano mayor de la Cofradía de la Piedad, Francisco Molina Orihuela quien ha afirmado que se tomarán las medidas pertinentes sin llegar a prohibir nada: “La gente tiene suficiente información ya y en base a ella decidirán lo que quieran hacer”.
Descendimiento y Columna han decidido no pronunciarse de momento, una porque desconocía la información recientemente anunciada por Sanidad y otra porque todavía no había consensuado la postura entre los miembros de la junta de gobierno.
Pero el problema más grave se cierne especialmente en las hermandades cuyos titulares generan más devoción entre los gaditanos, como son Nazareno y Medinaceli. En ambos casos no descartan llegar a retirar a las imágenes del alcance de los fieles si desde el Obispado se aconseja tomar esta medida.
El hermano mayor del Nazareno, Santiago Posada, asegura que su Cofradía seguirá las instrucciones que marquen desde el Consejo y el Obispado: “Si hay que cortar, se cortará, aunque de momento vamos a permanecer a la espera”. Ya por lo pronto para el besamanos de la Virgen de los Dolores que se celebra en torno a su festividad, el 15 de septiembre, no descartan bajar la talla del camarín para que esté más visible, pero reservándola de alguna manera al público.
El hermano mayor de Medinaceli, Francisco Hernández, dice que de momento no ha recibido ninguna orden del vicario general de la Diócesis, y que no le gusta la idea de tener que aislar la imagen del Señor con un cristal, “pero si tenemos que hacerlo lo haremos”. En cualquier caso, Hernández es consciente de que la gente se le va a echar encima, “porque la tradición de besar el pie a nuestro titular viene de muchos años atrás y es muy difícil decirle a la gente que no pueden”.
El beato Fray Diego José de Cádiz fue quien sembró la tradición de besar la imagen de los titulares cada viernes. Un ritual que extendió por todos los rincones de Andalucía donde vivió. Ahora esta antigua costumbre se pone en peligro momentáneamente como medida preventiva.
La pregunta es cuál será el siguiente paso. Los líderes de la Iglesia de Inglaterra, matriz de la comunidad anglicana en el Reino Unido ya han recomendado que se suspenda el ritual de compartir el cáliz de la comunión, debido a la constante propagación de la nueva gripe en este país. Una opción que aún no se ha planteado en España. De momento lo que quizá si se pueda plantear es depositar la forma sobre las manos en lugar de la boca.
