No cabe la menor duda de que San Fernando se ha convertido en los últimos años en un filón inagotable de buenos deportistas que están llevando el nombre de la ciudad por todos los rincones del mundo. Fue el marchador David Domínguez Guimerá el que abrió la lata hace ya casi una década cuando se convertía en el primer isleño en llegar a unas Olimpiadas. Tras él han ido llegando otros nombres en disciplinas tan variadas como el fútbol, con Barral y Maldonado en la Liga de las Estrellas, o el pádel con un campeón del mundo como Álvaro Cepero y en los últimos días están en la palestra Rocío Gutiérrez, que se convertirá en internacional por España absoluta en hockey hierba, o José Manuel Rivero Momo, que de nuevo será fiel a su cita con el Mundial de Atletismo para trasplantados. Se trata de una gran estirpe de deportistas surgida de una ciudad en la que sus clubes pasan muchas penurias económicas, lo que adquiere más valor aún.