El nombramiento de la que hasta ahora era consejera de Hacienda y Administración Pública de la Junta de Andalucía, María Jesús Montero, como ministra de Hacienda en el nuevo Gobierno de España, presidido por Pedro Sánchez, ha obligado a la presidenta de la Junta, Susana Díaz, a afrontar una crisis de gobierno para encarar los meses que faltan para que concluya la legislatura.
Será uno de los actuales integrantes del Consejo de Gobierno quien asuma para el último tramo de esta legislatura las competencias de Hacienda, y así, Antonio Ramírez de Arellano se convertirá en consejero de Economía y Hacienda, mientras que las competencias que hasta ahora también le correspondían en materia de Universidades y Conocimiento recaerán en la nueva consejera, Lina Gálvez Muñoz, catedrática de Historia e Instituciones Económicas y directora del Observatorio de Género de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. Lo han confirmado fuentes socialistas citadas por Canal Sur, Efe y Europa Press. Pero el Gobierno andaluz aún se resiste a admitir la crisis.
El portavoz del Gobierno de la Junta, Juan Carlos Blanco, ha apelado este martes, en su habitual comparecencia ante los medios tras la reunión semanal del Consejo de Gobierno, a la "prudencia" para no hacer valoraciones respecto al nombramiento de Montero como ministra de Hacienda, ni sobre las consecuencias que este nombramiento tendría en el Gobierno andaluz.
"Por un criterio de prudencia, mientras el Gobierno de España no confirme oficialmente el nombramiento de María Jesús Montero, no habrá pronunciamiento oficial sobre el nuevo Gobierno ni sobre las consecuencias que tendría para el Gobierno andaluz", ha dicho Blanco.
Ante la insistencia de los medios, y teniendo en cuenta que fuentes socialistas han confirmado los nombramientos, el portavoz accedió a valorar a Montero como una "persona excepcional, con una trayectoria muy sólida como defensora de lo público, y en el hipotético caso de que se confirmara su nombramiento como ministra, entenderíamos que ganaríamos en sintonía, complicidad y también en resultados beneficiosos para los andaluces".
De Ramírez de Arellano y Lina Gálvez tampoco ha querido hablar más. Sólo ha dicho que uno de ellos ya es miembro del Gobierno andaluz, y que la otra es una persona de "reconocido prestigio en el ámbito de la Economía y de los movimientos sociales, especialmente los relacionados con la defensa del feminismo".
Esta crisis de Gobierno, obligada por la marcha de Montero a Madrid, será la segunda crisis de gobierno que afronta Susana Díaz en la presente legislatura. La anterior fue hace ahora un año, cuando incorporó a cinco consejeros nuevos (Sonia Gaya en Educación, Javier Carnero en Empleo, Marina Álvarez en Salud, Rodrigo Sánchez Haro en Agricultura y Miguel Ángel Vázquez, hasta entonces portavoz del Gobierno, en Cultura), pasó a Rosa Aguilar de Cultura a Justicia e Interior y incorporó a Juan Carlos Blanco como portavoz de la Junta.
