Esta negociación permitiría a la empresa matriz de Cojetusa poder dejar una concesión que desde hace mucho tiempo quería abandonar y que no sabía cómo hacerlo, en parte debido a la deuda de cerca de 26 millones de euros que mantiene con el Ayuntamiento y que ha provocado el nuevo enfrentamiento entre la propia concesionaria y el Gobierno local.
Sin embargo, pese a ese acercamiento en las posturas, las negociaciones están encontrando un obstáculo en la falta de agilidad a la hora de negociar de los responsables de Cojetusa, ya que cada decisión debe tomarse en la empresa matriz, donde, según dicen, las relaciones entre FCC y Beolia no son excesivamente buenas, lo que está ralentizando la posibilidad de que ya se haya podido cerrar un acuerdo.
El Ayuntamiento conoce estas negociaciones, pero se niega a comentar qué postura va a mantener en el caso de que se cierre, aunque ante las malas relaciones existentes y el pulso que Cojetusa está echando al Gobierno local cada año para exigirle el pago de la deuda, no verían con malos ojos un cambio de concesionaria, en gran medida porque si algo tienen claro es que la única opción válida que barajan actualmente sería cambiar de empresa, ya que bajo ningún concepto van a proponer la municipalización del servicio de autobuses.
En cualquier caso, y a la espera de ver cómo van las negociaciones, desde el Ayuntamiento ya se trabaja con otras “opciones” en el caso de que no se produjera la venta, que pasaría por encontrar a una nueva empresa antes de retirar por incumplimiento a Cojetusa la actual concesión.
La empresa que negocia la compra de Cojetusa, que por el momento no quiere que se haga público su nombre para evitar interferencias en la operación, tiene ya varias concesiones de autobuses en otras ciudades y apostaría por llegar a Jerez al entender que “existen posibilidades reales de negocio”.
Y es que, según han señalado fuentes de esta empresa, con una mejora del servicio, que están dispuestos a realizar, consideran que se podría recuperar “sensiblemente” el número de pasajeros y volver a resultados de hace unos años, cuando el número de usuarios se acercaba a los nueve millones al año, por los tres actuales desde que Cojetusa empezara a dar los primeros síntomas de estar dejando morir la concesión.
Sobre la deuda que se mantiene con el Ayuntamiento, la futura empresa concesionaria admite que se debería negociar las condiciones de pago, pero que inicialmente, por los contactos previos que han mantenido para informarles de su intención de quedarse con la concesión, aceptarían la fórmula que les han propuesto y que es la misma que a la que Cojetusa está ahora mostrándose reacia.