Por primera vez en casi 40 años el bloque de centro derecha suma para gobernar en Andalucía y desalojar de San Telmo al PSOE de Susana Díaz
Nunca una victoria ha sido tan amarga como la del PSOE de Susana Díaz en las elecciones andaluzas, ya que pese a su triunfo cosecha el peor resultado de su historia (pérdida de 14 escaños) frente al bloque de centro-derecha, el cual por primera vez está en condiciones de gobernar en Andalucía al cabo de 36 años al sumar PP, CS y Vox cuatro escaños más que la mayoría absoluta. Se trata de un terremoto en la máxima escala de la política merced a la inesperada irrupción de Vox, que capitaliza el voto de los desencantados y pasa del cero al infinito: de obtener tan sólo 18.000 votos en las elecciones de 2015 y ningún escaño a casi 400.000 sufragios y 12 diputados. Algo sin precedentes.
De esta manera, en una paradoja política, el líder del PP (A), Juanma Moreno, podría llegar a San Telmo con los peores resultados del partido desde 1990 (pérdida de 7 escaños) al haber evitado el “sorpasso” de Ciudadanos y mantenerse como segunda fuerza. La formación naranja es el partido que más crece junto con Vox (12 diputados más), pero de forma insuficiente para liderar el centro-derecha. La confluencia de Iu y Podemos en Adelante Andalucía no sólo no ha sumado, sino que ha restado votos y escaños (tres menos) a los que tenían por separado. El resultado electoral ratifica el deseo de cambio de los andaluces y el agotamiento tras casi 40 años de un PSOE lastrado por sus múltiples escándalos de corrupción.