Un total de 20 voluntarios participaron en esta iniciativa, que nace con vocación de continuidad en el tiempo. La asociación empezó su trabajo en torno a las diez, aprovechando el punto álgido de la bajamar, y centró su actuación en las rocas que rodean al recinto militar, al tratarse del lugar más descuidado de la playa y donde los operarios de limpieza suelen brillar por su ausencia.
“Ayuntamiento y Demarcación de Costas se tiran la pelota a la hora de adecentar estas zonas y, mientras, la casa se queda sin barrer”. De esta forma justificaba ayer la portavoz del colectivo, Helena Correas, la elección del enclave. Y no le faltaba razón. Es cierto que hace siete meses el Consistorio gaditano y el departamento dependiente del Ministerio de Medio Ambiente llegaron a un pacto para repartirse la eliminación de los residuos que, a resultas del vandalismo o el incivismo de algunos, van a parar al borde litoral de la capital. Pero este acuerdo no parece estar dando muchos frutos, a juzgar por los objetos que ayer salieron a la luz.
Los voluntarios recogieron decenas de botellas, numerosas latas, redes, plomadas de pesca y todo tipo de plásticos. Hasta un carrito de la compra y distintas piezas de una bicicleta emergieron de las rocas. Luego, expusieron durante algunos minutos el material recuperado en la entrada de la fortaleza para que quienes pasaran por allí tomaran conciencia de la necesidad de respetar el medio ambiente. En cualquier caso, desde GEA esperaban encontrarse aún con más suciedad. “Veníamos preparados para algo incluso peor” reconocía Correas. Aun así, expresó su preocupación por la gran cantidad de pilas aparecidas durante la batida, dado su alto nivel de contaminación.“Hemos llenado hasta dos bolsas enteras”, lamentó.
La jornada se completó con el reparto de folletos informativos y el traslado de los residuos a los bidones correspondientes. La asociación valoró de manera muy positiva la experiencia realizada y ya baraja nuevas intervenciones en los bloques del Campo del Sur y los alrededores del Castillo de Santa Catalina.
