En este sentido, la alcaldesa quiso felicitar a la comunidad de vecinos de los tres bloques por haber llegado a un buen acuerdo entre todos para solicitar la ayuda que concede la Junta y que ha permitido tener ya la obra en marcha, trabajo del que se encarga la empresa de Prado del Rey Carajodi SL.
La actuación durará aproximadamente cuatro meses, con un presupuesto de 112.000 euros por bloque (336.000 euros de presupuesto total), de lo que se hará cargo la administración autonómica, salvo un cinco por ciento que aporta el Ayuntamiento de Arcos, por lo que “los vecinos no tendrán que poner un duro”, destacó la alcaldesa.
La instalación afecta a tres bloques con ocho unidades familiares cada uno en Guadalquivir número diez, Guadalevín 36 y Gualcacín 38, ocupados en su gran mayoría por personas mayores, pensionistas y jubilados, incluso discapacitados. Dada la importante población mayor de la zona, desde el Ayuntamiento han querido también mejorar la accesibilidad de los vecinos, tanto en escaleras como en los distintos desniveles de estas calles.
Para ello se han colocado 29 barandillas, a las que se sumarán en breve otras tantas hasta llegar al medio centenar, como explicó la delegada responsable de Infraestructuras.
Extensible a otros barrios
Caro aprovechó el buen transcurso de las obras para animar a los vecinos de la barriada de La Paz y de otras zonas de Arcos para cogerse a esta subvención que ofrece la Consejería de Obras Públicas.
De hecho, concretó que otros ocho bloques de la citada barriada han solicitado ya la documentación necesaria en la Delegación de Servicios Sociales a raíz del inicio de las obras.
Tanto Caro como Medina destacaron que “el procedimiento no es tan difícil como parece”. Para ello los vecinos deben ponerse de acuerdo y crear una comunidad legalmente.
Al respecto, la regidora aludió al apoyo del Ayuntamiento para tramitar toda la documentación necesaria, tanto para dicha constitución como para el contacto posterior con la Consejería de Obras Públicas.
En definitiva, la alcaldesa arcense asegura que se trata de una “gran oportunidad para eliminar barreras arquitectónicas y mejorar la calidad de vida de nuestro pueblo, sobre todo de las personas mayores y los discapacitados”.