El próximo martes día 15 de diciembre esta prevista la reunión de la mesa de trabajo que ha de abordar el Plan de Recuperación del Río Guadalete. El encuentro, enmarcado dentro de los trabajos de la Agenda 21 de Jerez servirá, por tanto, para dos asuntos completamente diferentes. Por un lado analizar las propuestas que diferentes colectivos han hecho a la Línea Estratégica 6 del Plan de Acción Ambiental de Jerez (correspondiente a la Agenda 21) y, por otro lado, conocer y debatir el avance del proyecto de recuperación del río, incluido dentro de los acuerdos entre el Ayuntamiento y la Consejería de Medio Ambiente firmados en octubre de 2008 y que responden a un compromiso electoral del PSOE con el que concurrió a las últimas municipales.
Un adelanto de este proyecto que está desarrollando la Consejería de Medio Ambiente, a través de la Agencia Andaluza del Agua, ya se conoció hace unos días (el uno de diciembre) en el seno del Consejo Local de Medio Ambiente.
Del proyecto en marcha, se ha sabido, hasta el momento, que lo está desarrollando la Agencia Andaluza del Agua con la colaboración de una empresa que se llama Analiter, que está en fase bastante embrionaria aún y que será ejecutado en una parte por la propia Agencia del Agua y otra por el Ayuntamiento de Jerez a través de la Delegación municipal de Medio Ambiente.
En el seno del Consejo Local de Medio Ambiente se supo que el proyecto tiene sólo trazadas sus líneas generales y que estas están basadas tanto en el trabajo de campo realizado por Ecologistas en Acción hace ya algunos meses, como en estudios de campo que está realizando la Agencia y la empresa referida.
La idea básica que mueve el trabajo en estos momentos es que la participación sea amplia y que las decisiones que se tomen sean por consenso entre los agentes sociales implicados.
Iniciativas concretas
A falta de una próxima comparecencia de la delegada provincial, Gema Araujo, a la sazón responsable de la Agencia del Agua en la provincia, ha trascendido que las propuestas concretas manejadas hasta la fecha no son muchas, ni muy diferentes de la que se han hablado durante años.
De momento, el área que será objeto de tratamiento especial será el comprendido entre La Corta de la Cartuja y la Ermita de La Ina. La primera idea era dejarlo en los meandros de Lomopardo, pero después se rectificó y se prolongó un poco más hasta La Ina.
El proyecto, a pesar de estar abierto aún, contempla, entre otras actuaciones la eliminación de vertidos de los márgenes y el cauce en estos seis kilómetros de río, la eliminación igualmente de escombros y demás desperdicios; la eliminación de la flora alóctona y la repoblación con árboles y plantas autóctonos o la recuperación de la ribera para el uso y disfrute de los ciudadanos, eliminando las barreras puestas por particulares que han cercado al río.
Esta cuestión se antoja harto complicada, pues no son pocas las alambradas y cercados que se han levantado en estos años en las riberas o incluso en el mismo cauce por particulares que se han adueñado de estos terrenos públicos y que, ahora, deberán ser desalojados.
Igualmente, está previsto crear alguna área de esparcimiento para el disfrute de los jerezanos, del tipo merenderos, etc., así como primero diseñar y después dotar de las infraestructuras necesarias a algunos itinerarios para recorrer el río, tanto por los mismos márgenes de su cauce como adentrándose unos centenares de metros en el interior de la campiña.
Estos itinerarios no están aún definidos por completo, aunque hay algunas ideas puestas encima de la mesa para su estudio. Completará esta infraestructura un centro de interpretación del río, una edificación sobre la que no hay acuerdo de momento, dado que podría ir ubicada en el parque de Santa Teresa o en un edificio a levantar en zona no definida.
Interferir lo menos posible
La filosofía que está moviendo en estos momentos los trabajos de la Agencia Andaluza del Agua y de la empresa contratada a tal efecto es la de diseñar un proyecto de recuperación, uso y disfrute que sea lo menos invasivo posible con la flora y la fauna que vive en el río.
La idea, por tanto, es no abrir al uso público las dos orillas del Guadalete en todo este recorrido. Para decidir por dónde se abre y por dónde no, se tendrá en cuenta la fauna, dado que en este tramo hay colonias de garcillas, fochas, ánades, calamones, gallinetas y martinetes, ave que si bien no se sabe si cría en sus márgenes, sí, al menos, tiene dormideros. Igualmente, aunque parezca mentira, hay nutrias... Por eso, el debate está abierto respecto a los merenderos o al centro de interpretación. El parque de Santa Teresa es una buena opción para ubicar este último, y mientras los ecologistas votan por hacerlo aquí, al Ayuntamiento le parece que estaría demasiado lejos del cauce.