El próximo sábado, con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, la asociación de voluntariado GEA va distribuir entre la ciudadanía de Jaén una serie de recomendaciones sobre algunos de los principales hábitos de nuestra vida cotidiana que afectan a nuestra salud, gravan la economía y producen un mayor impacto ambiental.

Nuestro bienestar y el de Gaia (nombre rescatado de la mitología griega con el que se ha popularizado la denominación de la biosfera, el conjunto de la vida en el planeta) van inevitablemente unidos: lo que nos sienta mal también hace mal al planeta y viceversa.

El cambio climático, la degradación del mar y del resto de ecosistemas y la extinción masiva de especies son una realidad difícil de ignorar, detrás de la cual se encuentra el consumismo compulsivo y el modelo económico que lo estimula, así como la pérdida de valores morales y la violación de los derechos humanos. Con esta iniciativa la asociación de voluntariado GEA propone el cambio de algunos hábitos con la seguridad de que mejorarán la vida de cada cual y la del planeta.

El uso (abuso) del coche particular es una de las grandes causas individuales de emisión de gases con efecto invernadero y de contaminación del aire que respiramos. Por ello lo mejor es dejar el coche aparcado todo el tiempo posible.

El tipo de alimentación es un aspecto primordial para nuestra salud y la del planeta. Desde GEA recogen las recomendaciones de las autoridades científicas y recomiendan reducir al máximo el consumo de alimentos precocinados (más insanos que los frescos y repercuten más negativamente en el ambiente), reducir el consumo de carne y sus derivados procesados (500 gr semanales de carne y consumo ocasional de embutidos, salchichas o hamburguesas según la OMS), acostumbrarse a una dieta mayoritaria de legumbres, verduras, frutas y cereales, más adecuada desde el punto de vista ambiental, nutricional y sanitario y seleccionar siempre que se pueda productos locales o regionales.

La proliferación del uso de todo tipo de plásticos ha encendido todas las alertas ambientales y sanitarias. Por ello también entran en las recomendaciones la reducción de envases. Para tomar conciencia del consumo, se separa todos los envases para reciclar y se anota cuánto se tarda en llenar una bolsa, lo ideal es que se tarde cada vez más en llenarlas.

Por último, en relación al consumo de agua y electricidad es imprescindible controlarlos. Se pueden encontrar con facilidad consejos acerca de cómo reducir el consumo eléctrico y optimizar el uso de electrodomésticos.

En definitiva, cambios que mejoran nuestra vida y sumados los de cada cual, ayudan al planeta.