La cuadragésima Fiesta de la Bicicleta cumplió sus expectativas de recuperar una cita clave en el calendario deportivo y social de Arcos. Casi mil ciclistas llenaron de color y alegría las calles de la ciudad el pasado domingo tras su espectacular salida desde el colegio La Salle a eso de las diez y media de la mañana, es decir, cuando la entidad convocante, el Club Ciclista La Salle, dio por cerradas las inscripciones, que finalmente fueron alrededor de 700, pero, ya se sabe, a lo largo del recorrido se incorporan ciclistas por su cuenta que luego no participan en el sorteo de bicicletas; incorporación que se suele producir al paso de la caravana por lugares como el Barrio Bajo o cruce de Algar.
En la línea de meta, la noticia estuvo en el balcón del colegio que da a la calle San Francisco, con palabras de bienvenida y ánimos por parte de la directora del centro, Catalina Gutiérrez; del alcalde de la ciudad, Isidoro Gambín; y el presidente del club, Modesto Solís, que así desearon a los numerosos participantes un feliz día de ciclismo, de actividades y de contacto con la naturaleza, pero sobre todo un hermoso día de convivencia.
El alcalde aprovechó para agradecer al colegio La Salle Fundación Moreno Bachiller la celebración de esta fiesta que supone una gran acontecimiento para Arcos. Los honores de cortar la cinta que daría paso al paseo ciclista corrió a cargo del entrañable hermano lasaliano Lorenzo, que todos los años no falla en esta fiesta de la que es promotor desde sus primeros tiempos.
Tras su clásico recorrido urbano, los ciclistas se dirigieron hasta el Pinar de la Plata donde tuvo lugar la convivencia en sí, con numerosas y divertidas actividades entre las que figuraron un rocódromo, una gymkhana y una novedosa tirolina para disfrute del público más menudo. Por su parte, el club llevó a cabo su tradicional sorteo de bicicletas, este año un total de trece, entre los participantes en la fiesta.
Posteriormente, el presidente del Club Ciclista La Salle ha expresado su satisfacción porque, en primer lugar, no se produjeron incidencias graves, salvo las clásicas picaduras de la procesionaria del pino a pesar de los tratamientos que se realizaron en el lugar, de ahí que varios menores tuvieran que ser atendidos por el dispositivo sanitario.
Modesto Solís ha destacado sobre todo el buen ambiente con que discurrió la fiesta y la posterior convivencia, donde se pudo ver un recinto lleno, de personas y de vehículos.