Que la situación económica del Ayuntamiento de Arcos es calamitosa no es un secreto, pero la llegada de la nueva interventora al Consistorio parece estar sirviendo para poner pie en pared en lo que al gasto público se refiere. De hecho, durante los últimos días se paralizó drásticamente la política de contratación, incluso por parte de la Delegación municipal de Servicios Sociales, que es la que sostiene la atención a las familias con menos recursos.
No se trata de un capricho del equipo de Gobierno, ya que los informes arrojados por el servicio de Intervención vienen a acreditar que no se puede destinar ni un solo euro más a la contratación, y todo debido a una voluminosa deuda en Seguridad Social y en Hacienda que podría superar los 30 millones de euros, casi cuadruplicar la estimada a principios del mandato por el nuevo equipo de Gobierno socialista. No obstante, presentar la deuda real del Ayuntamiento se presume una tarea muy complicada.
El alcalde, el socialista Isidoro Gambín, ha querido lanzar un llamamiento de tranquilidad a la población más vulnerable porque los contratos de Servicios Sociales se han retomado, aunque podría ser en detrimento de otros servicios públicos. Como ha admitido el propio alcalde, la paralización de contratos en Servicios Sociales se corresponde con “un reajuste económico” de la nueva interventora.
Sin embargo, pese al oscuro panorama económico, el equipo de Gobierno viene realizando un importante esfuerzo desde que tomó posesión, pues ha logrado rebajar en un cincuenta por ciento la nómina municipal (de 1,4 millones a 770.000 euros) y prácticamente ha eliminado las gratificaciones y productividades que percibían determinados trabajadores, lo cual suponía un gasto extraordinario de miles de euros cada mes. Pese a estos esfuerzos, contra su voluntad y su deseo de seguir prestando los servicios elementales y al tiempo atender las necesidades de las familias, el alcalde entiende que es una circunstancia que se le escapa de las manos, pues la opinión de Intervención prevalecerá sobre los deseos del equipo de Gobierno.
La situación de paralización de contratos es ‘vox populi’, pues incluso en algunas delegaciones se le habría comentado directamente a un demandante de empleo que no hay posibilidad de contrato.
No obstante, este medio ha sabido que el equipo de Gobierno incluso podría haber recibido la felicitación expresa de la nueva interventora por los esfuerzos de contención del gasto llevados a cabo, pero al parecer esta tarea requiere mayor esfuerzo aún.