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“Me gusta la pintura sugerente, que emocione y transmita algo”

La pintora María Luisa Rey, otra de las galardonadas en el Día de Andalucía por su creatividad artística

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  • María Luisa Rey ha estado en Ondaluz TV. -

El próximo martes se celebra la décima edición de la Gala institucional del Día de Andalucía. Con tal motivo, el Ayuntamiento de Arcos vuelve a homenajear a personas, empresas e instituciones que de una u otra manera aportan a la sociedad arcense. Desde luego, ha sido toda una sorpresa que en la amplia nómina de homenajeados figure una pintora, María Luisa Rey, a la que se le reconoce no solo su creatividad artística, sino una trayectoria que ya viene avalada por decenas de exposiciones y múltiples reconocimientos, muchos de ellos fuera de las fronteras de su ciudad natal. 

Actualmente vives en Jerez., pero te sigues sintiendo arcense cien por cien...
—Por supuesto, me siento muy arcense. Aquí tengo mi casa, mis sobrinos, mis amistades... Vengo a Arcos dos o tres veces en semana. No sé por qué algunos creen que me siento jerezana.

Tu vocación artística se despertó muy pronto, y siendo una niña, tengo entendido, ya dibujabas en el colegio y se te auguraba cierta proyección futura...
—De pequeña estuve en un colegio en Jerez. Todavía están mis dibujos colgados en ese centro. Mi hermana Toñi hizo la carrera de Bellas Artes e hizo un cuadro de todos los hermanos. Por aquella época me dio por la pintura porque mi madre me lo dijo. Copié un Van Gogh y, dentro de mi ignorancia, no quedó mal de todo. Compré un juego de pinturas en la tienda de Manolo Lozano por valor de 2.000 pesetas, y así me enfrenté a mis primeras pinturas. 


  ¿Alguien te animó de forma especial?
—No, aunque un profesor del instituto, Miguel, seguía mi trabajo. Nadie me dijo tira por ahí o por allí, creo que fue mi madre.

Pero alguien te dijo que tú eras muy “colorista” por tu forma de usar los colores.
—Estuve en la academia de David Saborido, que me solía decir que mi pintura era como  la feria de Guadalcacín por el tratamiento del color. Curiosamente, con el tiempo pinté el cartel de esa feria.

Sin embargo, tengo entendido que no te gusta que te encasillen en un estilo.
—El crítico Bernardo Palomo dijo que mi pintura era expresionismo figurativo. Me gusta la figuración, pero que no sea tan hiperrealista, sino más abstracta. Digamos que prefiero sugerir con mi pintura que mostrar algo muy real. Me gusta la pintura sugerente, que emocione y transmita algo.

Creo que Kanevsky está entre tus autores favoritos.
—El que más me gusta. Hacía una pintura sugerente, huyendo del realismo.

Utilizas el betún, las ceras manley, el acrílico...
—Utilizo varias técnicas porque sigo investigando. Estoy en pleno aprendizaje y debe ser  así.

¿A qué temas recurres como fuente de inspiración?
—Una vez me preguntaron en una exposición si yo era la pintora que pintaba faros... Yo contesté que no, que pintaba de todo: unos zapatos, unos pies, una bicicleta... Lo que no me gustan son los bodegones porque están muy manidos. Procuro sacar el sonido, la fuerza, el aroma de lo que pinto. Si pinto unas olas quiero transmitir su fuerza.

Una pintura dinámica, en movimiento.
—Sí, me gustan las cosas en movimiento.

Tu última exposición en Arcos fue en el salón San Miguel junto a tu amiga, también pintora, Mónica de la Rosa. Hace ya dos años.
—Fuimos juntas a la academia de Jerez y pensamos que algún día tendríamos que exponer juntas. Y así surgió aquella muestra que tenía mucho, por la época, de Semana Santa.

¿Te inspira de forma especial la Semana Santa?
—No como hecho religioso pero sí, la Semana Santa de Arcos es preciosa y guardo imágenes imborrables en mi memoria. Cuando era pequeña, y vivía en la cuesta calle Deán Espinosa, el paso el Prendimiento se paraba cerca de casa, donde dejaban los claveles. Es un momento que conservo en la memoria.

¿Qué tal la experiencia de pintar carteles de acontecimientos?
—En 2014 pinté el cartel de la feria de Guadalcacín y hace dos años me encargaron el cartel para una caseta de feria. También el anterior me encargaron un trabajo para la caseta ‘Siete días en la gloria’.

Has expuesto en París, Dinamarca, Málaga, Sevilla, en Conil, Arcos... Menudo bagaje expositivo ¿no?
—Exposiciones que ya forman parte de mi currículum. En Francia he expuesto dos veces, en distintas galerías.  El público europeo no es distinto al español y los pintores europeos tampoco son muy distintos a los españoles. Todos aprendemos de todos. Pienso que es bueno salir, aprender de otros, conocer otras culturas... He ido a Berlín a ver museos, a París, Barcelona... La primera vez que fui a París me dio mucha fuerza para entender que podía y debía exponer fuera.

¿Siempre es está aprendiendo o llega un momento en que se sabe todo?
—Nunca se termina de aprender. Hay que estar investigando constantemente, viendo pinturas, viendo museos... Si te conformas con lo que haces, mal asunto.

¿Hacia dónde caminas como artista?
—Quiero seguir con la figuración, pero no he logrado todavía lo que quiero. 

¿Ha pasado factura la crisis a la pintura y a los pintores?
—Sí. Lo suelo comentar con otros pintores cuando coincidimos en los concursos de pintura rápida... Hay pintores muy bien cotizados, pero la mayoría ha tenido que bajar el precio de sus obras. Creo también que con la crisis se consume menos cultura y menos pintura.

¿Tan difícil es vivir de la pintura?
—Creo que sí. La mayoría de los pintores, ahora mismo, está dando clases. Para vivir de la pintura hay que ser un pintor consagrado.

En Arcos hay muy buenos pintores, pero ¿se reconoce en Arcos a los pintores?
—Con este galarón me siento reconocida, y creo que todos los pintores tienen su sitio. 

Ha sido un placer. Enhorabuena por el galardón y mucha suerte en tu carrera artística.

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