La nueva normativa ambiental de la Junta de Andalucía, que paralizó en su día el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Marbella, viene condicionando la aprobación del documento urbanístico en Arcos, aunque el equipo de Gobierno reconoce y aprecia el trabajo desarrollado por su antecesor a este respecto.
El nuevo PGOU dará si cabe mayor valor al medio ambiente como principalmente afectado por las operaciones urbanísticas sobre el territorio. La evaluación ambiental estratégica exige un estudio de alternativas que den mayor valor a los aspectos medioambientales que a los intereses urbanísticos. La idea de la Delegación de Urbanismo es presentar dentro de poco el avance del documento y que los plazos no supongan “un lastre” para el Ayuntamiento.
El delegado del área, Manuel Garrucho, ha vuelto a agradecer el trabajo técnico realizado porque será de gran valor para el nuevo documento, pero insiste en que el marco legal es distinto desde la incorporación de las nuevas normas por la Junta. El delegado viene celebrando reuniones preparatorias del PGOU en las sedes de la Consejería y de la Delegación territorial de Ordenación del Territorio para ir avanzando en el documento que ha de marcar el desarrollo urbanístico de la ciudad en el futuro más próximo.
