El escritor barbateño Enrique Sanjuan presentaba días atrás su poemario de ‘Margaritas Azules’ en el C.P.A. Centro de Mayores, en un acto en el que estuvo acompañado por el historiador local y técnico de la Delegación de Cultura, Antonio Aragón, quien además de realizar un repaso a la trayectoria del autor, también se ha encargado de realizar el prólogo del libro que ya está a la venta. Las concejalas de la delegación del Mayor, Gema Rivera, y de Cultura, María Engracia Moreno, también asistieron a dicha presentación en la que Sanjuan Varo expresó su satisfacción por la acogida de este nuevo libro del autor en el cual se refleja de manera versada, los costumbrismos de los vecinos de la localidad en los últimos años.
Precisamente sobre este poemario y sobre su propia persona, estuvimos hablando con Enrique Sanjuan, quien se mostró “muy ilusionado con este nuevo proyecto porque ya tengo un baremo respecto a su aceptación, ya que algunos de los poemas que forman el libro ya los he publicado en las redes sociales con una gran acogida”.
De todos sus poemas “he seleccionado 42 de ellos”, que son los que aparecen en este libro de 65 páginas en cada uno de los trescientos ejemplares que se han editado con el prólogo “de Antonio Aragón y que es precioso, no porque yo salga favorecido, sino porque ha entendido a la perfección la esencia y el mensaje de los versos”.
La edición en sí es preciosa, con páginas con un estucado brillante, una letra, de calibre 12, que facilita su lectura y una portada compuesta por una fotografía suya “muy marinera y muy barbateña de la Lonja Vieja”.
Una personalidad muy definida
‘Margaritas Azules’ porque “las margaritas azules son poco comunes y considero que mis poemas, a pesar de su aparente sencillez, tienen una personalidad muy definida, muy mía y de ahí el título, como algo que se sale de la poesía convencional”.
Sanjuan es un enamorado de la obra de Antonio Machado, del Lorca autor de teatro, de Miguel Hernández, de Juan Ramón Jiménez…. “y si nos venimos aquí a Barbate, pues me encanta como escribe Paco Malia, Antonio Aragón, Manuel Varo y su ‘barbateñismo’…”.
“Mis poemas son muy barbateños y sencillos de leer, de fácil digestión”, señala.
La temática es diversa, pero sobre todo “me tira mucho el Barbate que conocí, el de los años 70 y 80… por ejemplo tengo poemas al Cine Atlántico, poemas algunos muy marineros… es Barbate lo que me inspira. Barbate y la añoranza de una época pasada. Es un canto al Barbate que yo conocí, a su gente. Por eso digo que llega a los lectores porque se identifican mucho con ellos”.
Enrique Sanjuan se adentró en el mundo literario a través del Carnaval, “he escrito mucho para distintas agrupaciones, desde los 80 hasta pasado el 2000, y la chirigota en la que estaba fue muy reconocida, incluso con premios en los concursos de la localidad. De hecho, en 1990 fue pregonero del Carnaval. Más tarde la Peña Los Robinsones me reconoció con el Antifaz de Oro y también hice el Abreboca de La Pachanga”.
Tras dejar esa faceta fue cuando publico su primer libro, ‘El Pito de la Chanca’, un anecdotario de la localidad con perfil humorístico, el cual tuvo un gran éxito, tanto que llegó a publicar una segunda parte, “que también se agotó pero en esta ocasión porque hice menos ejemplares que la primera parte (risas), aunque no descarto realizar una segunda edición porque me gustó incluso más que la primera”.
Luego publicó ‘Cuando éramos Barbate de Franco’ ambientada en los años 70, en “el Barbate de aquellos años visto a los ojos de un niño que va relatando todo lo que acontece, lo que le llama la atención, sus amoríos, sus amistades y termina la novela cuando el niño entra en la mili… es muy autobiográfica’.
Cuando terminó esa novela “dije que ya no publicaba más, pero antes de este verano pensé en hacer una antología de mis poemas por la buena acogida que tuvieron en Facebook y me tiré al toro”.
“Pertenezco a una cultura diferente a la actual, y la echo de menos. Los domingos por la mañana nos arreglábamos para ir al cine y a los salones de billar. También la calle, que no faltaba”, relata con nostalgia.
Y es que Sanjuan pertenece a esa generación de barbateños y barbateñas cuya juventud estuvo marcada por el cine y todo lo que generaba alrededor, el cine como centro neurálgico de la juventud y del ocio familiar. “Era una época en la que apenas había televisión y era maravilloso ir al cine. Además eran cines muy buenos”.
Además forma parte de una hornada de escritores y escritoras barbateñas que en los últimos años han aparecido, de distintas generaciones, y que demuestran el potencial cultural de la localidad. “No sé cuál es el motivo, tal vez sea porque es un pueblo sin una raíz propia, formado por gente de fuera que ha enriquecido el panorama cultural y que a su vez está creando su propia raíz”, reflexiona Sanjuan.
Después de este poemario “y su fluye bien, voy a seguir escribiendo porque tengo la necesidad de expresar lo que llevo dentro, lo que he vivido. Siempre me ha llamado la atención mi pueblo, lo que acontece en él… Soy un enamorado de mi pueblo, soy muy barbateño”.