La comparsa de Fran Quintana puso el nivel de la modalidad muy alto con una actuación de sobresaliente. Equilibrio justo entre dulzura y acidez
Le tocó el privilegio de abrir el Concurso más esperado y lo hicieron con esa dulzura que caracteriza a su autor,pero con sus puntos de acidez. Bonita presentación que con sus cambios de ritmo va enganchando al oyente. En el primer pasodoble, un piropo a Cádiz, por la que harían cualquiera cosa; en el segundo, una crítica al Gobierno y su represión contra los trabajadores del metal. En los cuplés, bromeó con los popurrís de coros y con las puñaladas que se dan los propios comparsistas entre ellos. Popurrí con mucha crítica y sin salir del personaje.