Alfonso García, portavoz del sector hostelero de Acosafe (Hisafe) y secretario general de la organización empresarial en La Isla, ha sido el penúltimo en dar la voz de alerta ante la falta de personal con experiencia disponible para trabajar en el sector, según informó este viernes en SAN FERNANDO INFORMACIÓN Antonio Atienza.
“No es un fenómeno nuevo ni localizado”, advierte Alberto Galloso, jerezano afincado en Valencia, responsable de la consultora Soluciones Turísticas. Pero sí se ha agravado a raíz de la grave crisis sufrida a consecuencia de la pandemia de Covid-19.
Ángel Solves, Director de Adecco Hostelería, lo confirma, y explica que, con la actividad paralizada por las restricciones en la movilidad por el coronavirus, los empleados se han ocupado en sectores refugio como la logística o la construcción, que han precisado de una mayor mano de obra por la alta demanda registrada.
La situación es extrema en determinados territorios. “Hay provincias en el Levante -explica Galloso-, como Castellón, que está incorporando personal proveniente de Venezuela o Francia”.
“La hostelería es un sector duro, con trabajo en festivos y jornadas flexibles que dificultan la conciliación”, apunta, por su parte, Maite López, responsable de Acción Sindical de Servicios en CCOO-Cádiz, para explicar la falta de demanda laboral. Además, agrega, el grueso de la actividad se concentra entre los meses de mayo y septiembre, de manera que no garantiza la estabilidad necesaria a los empleados.
Finalmente, acusa a los empresarios de no cumplir con el convenio, un documento que, en el caso de la provincia de Cádiz, destaca en el conjunto de Andalucía como el mejor, solo por detrás de Málaga y Granada, tanto en cuestiones económicas como sociales.
En vigor hasta 2024, asegura ingresos por encima del Salario Mínimo Interprofesional en los cinco grupos profesionales, con sueldos base que oscilan entre los 1.065,08 euros, en un extremo, y 1.287,56 euros, en el otro. A todo ello hay que sumar el pago de entre un 4% y un 20% por los entre cinco y 25 años de antigüedad, nocturnidad o manuntención.
Sin embargo, “en Cádiz hay mucho paro y los desempleados acceden a trabajar en condiciones precarias”, asegura la portavoz sindical. Y, si bien la Inspección ha llevado campañas durante dos años consecutivos contra el fraude, “no resulta sencillo perseguirlo”, y los afectados acuden al sindicato una vez que han finalizado su relación contractual, cuando no es posible actuar.
El presidente de la Asociación de Empresarios de Costa de Cádiz (Aecca), Ivan Periano, niega la mayor. Las malas prácticas son residuales. En general, “hemos hecho un gran esfuerzo para mantener el empleo y hacer las plantillas más competitivas”. En su caso particular, “pago muy por encima de lo que establece el convenio y estoy tratando en mis cuadrantes dar dos fines de semanas libres al mes durante el verano porque en muchos casos se solicita más este incentivo por el trabajador que cualquier otra prestación económica”.
Periano considera que el origen del problema estriba en la falta de vocación, por un lado, en que los candidatos prefieren disponer de sábado y domingos desocupados y, finalmente, la falta de formación profesional. En cualquier caso, admite, “todo es complejo y no hay soluciones inmediatas”.
