El tiempo en: Jerez

Cádiz

El resveratrol, ejemplo de la aportación de la ciencia a la sociedad, según el CSIC

El resveratrol, un componente natural de las uvas, ha supuesto un ?hito? para la comunidad científico-médica por sus beneficios antioxidantes, un año después de que se comercializara como complemento alimenticio.

Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Andaluc�a Informaci�nPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
El resveratrol, un componente natural de las uvas, ha supuesto un “hito” para la comunidad científico-médica por sus beneficios antioxidantes, un año después de que se comercializara como complemento alimenticio.

Los beneficios antienvejecimiento de esta molécula son comparables a los que aportarían 45 kilos de uva y constituyen una prueba de que la investigación científica puede ser “acogida con éxito” por los ciudadanos cuando se aplica a la vida cotidiana.

Avalado científicamente como beneficioso para la salud y sin las “connotaciones negativas” del alcohol, el resveratrol es “vasodilatador, anti-hipertensivo y anti-inflamatorio”, dijo a Efe el profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Juan Carlos Espín.

Y, aunque afirma no ser la persona apropiada para hablar de las propiedades cosméticas del resveratrol, Espín ha reconocido que el tópico de que “para cuidarse por fuera hay que cuidarse por dentro” se puede aplicar en una persona si toma este producto y sigue una dieta equilibrada.

Más vitalidad, una mente más ágil, un cutis más luminoso e incluso más deseo sexual son otros beneficios descritos clínicamente por hombres y mujeres que lo han tomado, incluso en sólo diez días, ha comentado Espín.

Todo ello ha contribuido a que en sus primeros ocho meses de comercialización, bajo el nombre de Revidox, se hayan vendido alrededor 500.000 unidades, y este investigador sea invitado con asiduidad a intervenir en diversos foros como en el último “Encuentro Nacional de Salud y Medicina de la Mujer”, organizado la pasada semana en Madrid.

Espín explicó que fue en 1997 cuando, junto a un equipo de investigación del CSIC, se descubrió “casualmente” que la luz ultravioleta al incidir sobre la uva producía resveratrol, del que ya se conocía su relación con los genes de la longevidad.

Desde entonces, fueron conociendo cómo modular exactamente el proceso sintetizador de dicha molécula y validar los beneficios que ofrece para la salud, investigación que sigue ampliándose hoy en el CSIC dentro de un proyecto que cuenta con 300.000 euros de financiación.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN