El proyecto, llamado Nafispack, cuenta con la participación de de 17 universidades, centros tecnológicos y empresas de toda Europa (ocho en total), tiene una duración de tres años (comenzó en noviembre de 2008) y cuenta con un presupuesto de 3 millones de euros, con el apoyo del séptimo programa marco de la Unión Europea.
Los alimentos están expuestos a la acción de factores físico-químicos y microbiológicos externos, tales como la luz, el oxígeno, la humedad, y microorganismos que pueden influir negativamente sobre la calidad y seguridad del producto, y con el tiempo conducen inevitablemente a su pérdida.
El envase tiene como función minimizar la acción de estos agentes, interponiéndose entre el alimento y su entorno, y los alimentos frescos son los más sensibles en este sentido. Para aumentar la duración de estos alimentos frescos, los investigadores utilizan dos tecnologías: el envase activo antimicrobiano y el envase inteligente, explicó Aucejo.