Educar a un hijo, enseñarle a “vivir y convivir”, es posiblemente una de las asignaturas más difíciles a las que una persona se enfrenta en la vida; para aprobarla y, a ser posible, con matrícula, el filósofo José Antonio Marina ha creado la Universidad de Padres, una plataforma on-line abierta a todos.
“Que adquieran recursos fundamentales” durante la infancia y adolescencia para tener una vida “feliz, creativa y digna” es el objetivo, según explicó Marina en una entrevista, de la Universidad de Padres (UP), que hasta el próximo 18 de junio tiene abierto el plazo de inscripción para el curso 2010-2011.
Con un bagaje de cuatro cursos, la UP, cuya divisa es que “para educar a un niño hace falta la tribu”, inicia ahora una nueva y más ambiciosa etapa.
Y es que sus aulas virtuales se abren a todo el que quiera matricularse, siempre y cuando tenga hijos hasta dieciséis años. Antes sólo se admitían hasta los nueve.
Tampoco habrá limitación de matriculas por familia, podrán hacer tantas como hijos tengan, ya que cada curso va asociado a una edad.
Guiada sólo por la excelencia pedagógica y ética, y sin vinculaciones económicas, políticas y religiosas, la UP tiene la “ambición” de convertirse en “una institución de referencia, incluso a nivel internacional”, según subrayó Marina, pedagogo y ensayista, además de filósofo.
Su única arma para lanzarse a esa gesta es su proyecto pedagógico, que Marina califica de “optimista” y “novedoso”, en cuanto a que es “flexible y de vanguardia” para adaptarse a los cambios de la sociedad.
Con el ánimo de recuperar un discurso educativo “optimista y alegre”, la UP se marca cuatro objetivos con los padres: Proporcionarles información rigurosa, asesorarles para que desempeñen bien sus responsabilidades educativas, informarles sobre los recursos educativos que tienen a su disposición y crear una comunidad de padres interesados por mejorar la educación familiar.
Y para el niño, el fin fundamental es que los padres le guíen en la formación de su carácter, que es, precisa Marina, el “conjunto de recursos personales que deben desarrollar para ser capaces de elegir bien su proyecto vital, ser felices y buenas personas”.
Ayudarles a administrar bien esos recursos, que serán su mayor capital en la vida, es lo mejor que los padres pueden hacer por sus hijos y, por extensión, por la sociedad, según Marina.
La Universidad de Padres on-line ha construido su modelo pedagógico alrededor de seis grandes recursos que los padres deben saber desarrollar en sus hijos.
El primero es que tengan una idea del mundo veraz, rica en valores, amplia y abierta, es decir, que ofrezca posibilidades.
El segundo es que desarrollen un pensamiento riguroso, creativo, crítico y capaz de resolver problemas.
El tercero es que adquieran un tono vital alegre, optimista y cálido; el cuarto, que construyan una voluntad libre, responsable y recta; el quinto, que tengan capacidad para comunicarse; y el sexto, talento para la convivencia.
“El cerebro se moldea en función de lo que se aprende”, apuntó Marina, partidario de introducir el aprendizaje de los idiomas en la infancia y de dar una educación “espiritual”, que “no religiosa”, para “abrir horizontes, no para imbuir doctrinas o ideas”.
Advierte, por contra, contra la “saturación” de actividades extraescolares: “Los niños necesitan jugar y hacer ejercicio”.