Convertir la plaza España en una nueva zona verde, de esparcimiento, de juego y de descanso de la ciudad. Con este objetivo afrontó el anterior equipo de Gobierno este proyecto, uno de los grandes que ha acogido la ciudad en los últimos años. Sin embargo, el próximo mes de octubre se cumplirá un año de la inauguración -aún está pendiente la recepción de la obra- de la reurbanizada y peatonalizada plaza, y
no se puede afirmar que esa transformación deseada se haya alcanzado en su plenitud.
Hasta el momento son
pocas las actividades que se organizan desde el Ayuntamiento en torno a esta gran explanada para dotarla de contenido y, por ende, de vida.
El parque infantil que alberga no es de los más demandados de la ciudad debido al reducido número de juegos que ofrece.
Los dos merenderos se instalaron en zonas carentes de sombra durante varias horas de la tarde, por lo que en verano es prácticamente imposible hacer uso de ellos. Y los amplios parterres no sólo presentan grandes espacios sin césped, sino también
numerosos excrementos caninos, por lo que no invita a utilizarlos como alfombras de esparcimiento.
Diariamente son muchos los dueños de perros que acuden a la plaza España para
darle el uso de un parque canino. Sueltan a sus canes y dejan que miccionen y defequen en cualquier lugar de esta zona verde, y algunos incluso permiten a sus animales escarbar, provocando hondonadas en el terreno.
La Ordenanza municipal de Protección,Tenencia y Defensa de Animales es bien clara. Se especifica que todos los perros deben ir sujetos por una correa resistente y que sus dueños están
obligados a “la recogida de las defecaciones en las vías y espacios públicos de forma inmediata”, como también lo están a “portar bolsas de plástico” para este fin. Asimismo, el documento recoge que
queda prohibida “la micción sobre mobiliario urbano, especies vegetales, edificios y vehículos”, quedando exclusivamente permitido en zonas habilitadas y sobre el viario público no restringido. Y la persona que conduzca el perro debe ir provista de “botella con agua jabonosa para minimizar el efecto de las micciones”.
Y entre otras normas, la ordenanza también indica que
“está prohibida la estancia de animales de compañía, en particular perros y gatos, en los parques infantiles o jardines de uso por parte de los menores, con el fin de evitar las deposiciones y micciones de los mismos”. Una prohibición que brilla por su ausencia en la plaza España, como también las sanciones a esta actitud incívica de muchos propietarios de canes.
Desde la
AMPA del cercano colegio Celestino Mutis se muestran
“muy contentos” con el resultado de la peatonalización de la plaza España. “Era una vieja reivindicación nuestra para mejorar el entorno y hacer más seguros los caminos escolares. La plaza antes estaba aislada entre coches y plazas de aparcamiento, y se usaba poco como lugar de esparcimiento. En cambio, ahora vemos cómo cada vez hay más gente que la disfruta, tanto de nuestro colegio como de otros centros escolares y de otras zonas de la ciudad”.
Aun así, este colectivo de madres y padres considera que
el espacio es “mejorable”, proponiendo para ello la ampliación del parque infantil, la habilitación de un carril bici que atraviese la plaza y la instalación de más aparcabicis en las inmediaciones. También apuestan por aumentar el arbolado y las zonas de sombra, así como instalar más bancos y mesas.
Y con respecto al uso por parte de los perros de los jardines
proponen que “se acote una zona concreta para que los perros puedan disfrutar también de la plaza. Quizás debieron preverlo a la hora de hacer el proyecto.
Hemos recibido quejas sobre los excrementos de perros en los jardines”. “Y muchos perros -añaden- van sueltos, provocando situaciones molestas para los más pequeños que corren y juegan al balón”. Por eso, la AMPA considera que
crear un parque para perros dentro de la misma plaza “podría ser una solución”."Lo de los perros evidencia la necesidad de habilitar más espacios públicos diversos, no sólo la plaza España”, concluyen.