Así se expresó el portavoz del Gobierno, José Blanco, en la rueda de prensa del Consejo de Ministros, en referencia a la polémica surgida por el auto del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) en el que da un plazo de dos meses a la Generalitat para incorporar el castellano como lengua vehicular en la escuela.
“El ruido que escuché estos días no es nada nuevo”, dijo Blanco, “ya que siempre que se aproximan elecciones se utiliza la lengua para provocar la confrontación.
Explicó que el modelo catalán de normalización lingüística nace de una ley aprobada en 1983 y era “muy parecido al que impulsó y promovió en Galicia el expresidente Fraga”.
Añadió que “esa ley fue aprobada sin un solo voto en contra, cuenta con el aval del Tribunal Constitucional y ha funcionado muy bien como vehículo de integración a lo largo de estos años”.
El portavoz del Gobierno, José Blanco, apostó por trabajar en la dirección de “no utilizar las lenguas como instrumento de confrontación y división, y menos como un instrumento político en tiempo electoral”.