La protesta, que suscriben también los grupos de oposición, fue un anticipo de las dos jornadas de huelga convocadas para los días 21 y 27, y trata de defender la enseñanza pública y rechazar el incremento del horario lectivo, así como la reasignación de funciones al profesorado y la política de “recortes”.
Sin embargo, la Consellería de Educación, en palabras de su responsable de centros y recursos humanos, José Manuel Pinal, sostiene han sido los sindicatos quienes no han querido negociar y apostaron por una postura “de fuerza” ante la administración, pero entiende que el curso comenzará “con total normalidad” el próximo lunes.
A la cabecera de la manifestación, portavoces de la oposición rechazaron la política educativa de la Xunta y acusaron al Gobierno gallego de dañar la enseñanza pública mientras se favorece, dijeron, la concertada.
El líder del BNG, Guillerme Vázquez, acusó al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, de aplicar una política de “sudar la camiseta para ser el que recorta más y antes”.