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Richard Gere y el Dalai Lama, en México

El actor, devoto del budismo, es uno de los rostros públicos más conocidos en la defensa de la causa tibetana.

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  • Gere y el Dalai Lama. -
El Dalai Lama, Tenzin Gyatso, líder espiritual tibetano, animó este fin de semana a los mexicanos a superar su miedo a sufrir un acto criminal y les aconsejó tener más cautela y transformar ese temor en actos de protección.

"Hay dos tipos de miedos, el que se justifica y el que está solo en la mente. Ante el justificado, cuando hay peligro, hay que tener más cautela, tomar medidas, es decir, transformar la emoción del miedo en una acción para protegerse", dijo el máximo representante del budismo.


"El otro miedo, el que solo está en la mente, puede estudiarse para conseguir liberarse de él", añadió el Dalai Lama en una sesión de preguntas y respuestas ante miles de personas congregadas en el teatro Metropólitan de la capital mexicana.

Bajo el título "Consejos de un amigo espiritual" ofreció una clase magistral sobre budismo basada en el texto "Ocho Versos para la Transformación de la Mente", de Geshe Langri Tangpa, ante unas 3.500 personas que habían pagado de 200 a 2000 pesos por verle (de 16 a 160 dólares).

El Dalai Lama, de 76 años, fue presentado por el actor estadounidense Richard Gere, devoto del budismo desde hace casi cuarenta años y uno de los rostros públicos más conocidos en la defensa de la causa tibetana y la denuncia de la ocupación china del Tíbet.

"Es importante considerar que la perdida del Tíbet es nuestra ganancia. Todos los grandes lamas que tuvieron que seguir la diáspora tibetana y han llevado por el mundo las grandes enseñanzas del budismo", dijo el actor, quien ha visitado al Dalai Lama en su residencia de Dharamshala (India) en diversas ocasiones.

Gere dijo que era una experiencia extraordinaria poder asistir a estos eventos "en este maravilloso país como es México", y animó a los asistentes a pensar y no olvidar "a los seis millones de tibetanos que siguen allí y no pueden salir".

La situación del Tíbet fue precisamente el principal tema que el dirigente espiritual tibetano trató con el presidente mexicano, Felipe Calderón, con quien se reunió en el palacio de Los Pinos.

En un escueto comunicado, la Presidencia informó de que Calderón reiteró "el apego del Gobierno de México al principio de 'una sola China' y el reconocimiento de la plena soberanía de la República Popular China sobre la Región Autónoma del Tíbet".

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