El Consejo de Administración del Cádiz CF se ha querido pronunciar con respecto al lamentable arbitraje perpetrado por el colegiado Hernández Cifuentes en el estadio Ángel Carro de Lugo.
Mediante un comunicado público, el Consejo explica que hasta hoy “se había abstenido de efectuar pronunciamiento alguno sobre la labor de los equipos arbitrales, pues, siendo conscientes de la dificultad que entraña su trabajo, ello obliga a ser plenamente respetuosos”. Pero en esta ocasión las cosas han pasado de castaño oscuro, por lo que no se puede silenciar la penosa labor del árbitro, que influyó de forma notable en el resultado final: “Lo acaecido en el estadio Ángel Carro de Lugo, nos obliga a romper esa dinámica”.
“A estas alturas, pocos serán los medios de comunicación y aficionados que no hayan tenido la oportunidad de visualizar las imágenes correspondientes a la actuación del colegiado Hernández Cifuentes y sus auxiliares”, asegura el comunicado, calificando de “evidentes” dichas imágenes, tanto que ni merecen ser explicadas, ya que su claridad hace que sobre cualquier otro comentario.
Así pues, el Consejo de Administración del Cádiz CF recuerda que “se concedieron tres goles al equipo rival, precedidos dos de ellos de una clarísima situación de fuera de juego, y de falta previa el otro”. “Tres errores de apreciación que han tenido como consecuencia directa la concesión de tres goles al equipo rival, a lo que hemos de añadir un penalti cometido sobre el jugador de nuestro equipo Ikechi que fue obviado, y que entendemos, no ofrecía duda alguna”, se añade.
Errores sistemáticos
“Es admisible el error humano, pero cuando este se produce de manera sistemática en una misma dirección, y ante situaciones tan obvias como las ilustradas, se encienden todas las alarmas”, advierte el club gaditano, que recalca la “actitud prepotente e intimidatoria hacia los jugadores y el cuerpo técnico de nuestro equipo, tal y como ha sido denunciado por estos, y se ha podido constatar en diversas imágenes”.
Afirma el Consejo de Administración que se está “obligado a creer en el sistema”, pero que “no se puede admitir que la dignidad y los intereses de una entidad centenaria y de su afición, estén supeditados al mero capricho o a la veleidad”. “Quienes administran justicia en un terreno de juego saben que gozan de determinadas prerrogativas, pero el ejercicio de las mismas debe ser fiscalizado por quienes les designan, precisamente para garantizar la pureza y la igualdad de armas en la competición, siendo esto lo único que el Consejo de Administración cadista pide y está en su derecho de exigir”, precisa el comunicado.
Con estos ingredientes, el Consejo hace un llamamiento a la afición gaditana para que anime incondicionalmente a su equipo “porque de esa manera, ninguna circunstancia ajena a la propia competición podrá impedir que el Cádiz consiga su objetivo” y la próxima temporada dispute la temporada liguera en Segunda División A.
