Día de hacer piña en el vestuario cadista. Los resultados y la crisis de juego no ayudan a calmar los nervios y la posible ansiedad que sufre el equipo cuando sale al terreno de juego, pero que la unión es inquebrantable es un hecho.
Este jueves la plantilla entrenó a puerta cerrada en la Ciudad Deportiva de El Rosal, pero una vez finalizado el trabajo se organizó un almuerzo de convivencia en el que participaron los técnicos del primer equipo, los miembros de la secretaría técnica y el presidente, Manuel Vizcaíno.
Alfredo Santaelena y Claudio Barragán, valenciano, hicieron de cocineros y prepararon una paella para todo el grupo con motivo del cumpleaños del segundo entrenador cadista, del vasco Jon Ander Garrido y de Álvaro García
El equipo gaditano entrenará de nuevo este viernes a las 10.30 horas y tiene previsto partir rumbo a Linares mañana a mediodía para preparar el encuentro de liga.
“El momento no es el mejor, pero ahora es cuando más juntos hay que estar y trabajar con el máximo de sacrificio”, explicaba Servando tras el entrenamiento. Y justo esa unión es la que se pretendía conseguir con la convivencia.
El miércoles, Hugo Rodríguez había asegurado que los propios jugadores del equipo deben “tener paciencia y huir de la ansiedad porque creamos muchas ocasiones y no podemos pretender marcar en la siguiente jugada que hacemos, las situaciones de ansiedad tenemos que dominarlas entre todos”. Y para ello trabaja el cuerpo técnico.