El cielo puede esperar. Aunque parezca el título de la película dirigida por Warren Beatty en 1978, en este caso se trata de la frase más esperada y deseada por los cofrades gaditanos en la mañana del Domingo de Ramos. Una jornada hecha para que, al igual que el Jueves Santo o el Corpus Cristy, reluzca más que el sol, pero que hasta la hora de salida, toca mirar al cielo.
Cinco cofradías deben plantar sus cruces de guía en las calles gaditanas en este Domingo de Ramos. El bullicio de la Hermandad de La Borriquita, la juventud de la Cofradía del Despojado, el esfuerzo y trabajo de la Cofradía de las Penas, el sacramento de la Sagrada Cena y el clacisismo de Humildad y Paciencia hacen de la primera jornada de la Semana Grande de Cádiz una de las más esperadas. Un domingo de ilusión de lo que queda por vivir.
Nuevos candelabros en Borriquita, un sayón para el misterio del Despojado o todas las túnicas de los penitentes de Las Penas son algunos de los estrenos de las cofradías del Domingo de Ramos gaditano. Pero sobre todo, se vuelve a estrenar algo que pasa cada año, la ilusión porque la espera ha concluído y la Semana Santa ya es una realidad.
Solo queda esperar que el tiempo acompañe para que la jornada sea plena. Porque el cielo, puede esperar, aunque las previsiones no sean halagüenas y nada positivas.