En el caso concreto de las madres inmigrantes, los nacimientos fueron 107.475, con un aumento del 15%.
La tasa bruta de natalidad (nacimientos por 1.000 habitantes) se situó en 11,38, la más alta desde 1990 (10,33), según la tabla estadística anual que adjunta el INE. El indicador coyuntural de fecundidad (número medio de hijos por mujer en edad fértil) se situó en 1,46 (1,40 en 2007), que es el más alto desde 1990 (1,36).
En 2007, el indicador español de fecundidad se situaba en una zona intermedia en la UE, que encabezaba Irlanda con un 2,01 y cerraba Eslovaquia con un 1,25.
El crecimiento vegetativo (diferencia entre nacimientos y defunciones) fue de 133.013 habitantes (107.166 en 2007), también el mayor desde 1986, cuando fue de 128.337.
La tasa bruta de mortalidad (número de defunciones por 1.000 habitantes) bajó hasta el 8,47 (8,59 en 2007), con 385.954 fallecidos en total. Los extranjeros que murieron ese año representaron el 2,8% de todos los fallecidos, y eran mayoritariamente procedentes del Reino Unido y Alemania, ya que su edad media suele ser la más avanzada entre los inmigrantes.
La tasa de nupcialidad (sólo entre personas de sexo distinto) bajó al 4,23 por 1.000 (4,49 en 2007), la más baja al menos desde 1976 (7,23).
En 2008 hubo 196.613 bodas, con un descenso del 3,98% en relación con el año anterior. Los enlaces entre personas de igual sexo fueron 3.549 (2.299 entre varones y 1.250 entre mujeres), con un crecimiento medio conjunto del 10%. Al menos uno de los contrayentes era extranjero en 37.497 matrimonios, principalmente procedentes de países iberoamericanos.
El 44,4% fueron bodas entre hombres españoles y mujeres extranjeras.