Algunos aficionados del Real Zaragoza quisieron "jugar" su particular partido antes del duelo en el estadio Carranza. Aunque la mayoría de seguidores maños guardaron las formas, algunos exaltados causaron incidentes en el Paseo Marítimo.
Según testigos presenciales, volaron algunas sillas y una señora necesitó atención médica. Al llegar efectivos de la policía, los ultras huyeron en dirección a La Laguna, donde fueron interceptados.