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Cádiz

“No me gusta que se dé a elegir entre barcos para matar o el paro"

Entrevista a Juan Antonio Delgado Ramos, un guardia civil que se presenta de nuevo al Congreso por Cádiz bajo las siglas de Unidas Podemos

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Apenas dos guardias civiles han tenido una presencia reseñable en el Congreso de los Diputados. Y ambos andaluces. Uno de ellos fue Antonio Tejero Molina, de Alhaurín el Grande (Málaga), que la tarde del 23 de febrero de 1.981, al mando de unos 200 guardias civiles y pistola en mano, asaltó el Congreso de los Diputados, que en esos momentos celebraba la sesión de investidura como presidente del Gobierno de Leopoldo Calvo-Sotelo. El otro, ya en este siglo, nació en San Fernando (Cádiz) y lo hizo como diputado nacional a través de los votos que permite la democracia que el primero quiso aniquilar. Hablamos de Juan Antonio Delgado, exportavoz nacional de la Asociación Unificada de Guardia Civiles, quien repite de número dos en la lista de Unidas Podemos en la provincia Cádiz.

Hay pueblos de la provincia de Cádiz con un desempleo juvenil del 70 por ciento

Las encuestas otorgan a Unidas Podemos una horquilla entre uno y dos escaños en la provincia gaditana, pero Juan Antonio Delgado confía en que su labor en estos tres últimos años, siendo uno de los diputados que más propuestas ha puesto sobre la mesa en el Congreso, ayuden a su partido a lograr la mayor representación posible porque “Cádiz tiene que estar bien representada en Madrid”. Con motivo de estas próximas Elecciones Generales hemos mantenido una charla con él.

 


En primer lugar, como es evidente, nos gustaría saber cómo está afrontando esta campaña electoral que concluye el próximo domingo con una nueva llamada a las urnas.

—Estamos en campaña con mucha ilusión y con muchas ganas de trabajar. Partimos de la base que hemos estado tres años en el Congreso de los Diputados en el que se han comenzado muchos proyectos, muchas iniciativas a las que hay que darle continuidad. Hay que continuar trabajando para concluir algunos de esos proyectos. Por lo tanto estamos con muchas ganas y con ganas de repetir en la candidatura en la que voy para estar representando a esta provincia en el Congreso.

¿Cádiz y su provincia, o mejor dicho, sus problemas y necesidades, se han puesto sobre la mesa de debate en el Congreso de los Diputados en estos últimos tres años?

—Se ha escuchado a Cádiz en el Congreso, y ya me he encargado yo, como gaditano, como guardia civil también, de que los problemas de la provincia estén presentes en Madrid. De hecho, siempre he pensado que los colectivos y asociaciones tenían que estar presentes en el Congreso. Eso era muy raro, era como si solo fuese un lugar para los políticos. En este sentido, pedí la comparecencia de Paco Mena, presidente de Asociaciones Contra la Droga en el Campo de Gibraltar, en la Comisión de Interior… también con los trabajadores de la Base de Rota, con los extrabajadores de Delphi, con la plataforma por la liberalización de la Sierra del Retín… con muchos colectivos de la provincia de Cádiz. Por ejemplo, la comparecencia de Paco Mena significó un antes y un después en la lucha contra el narcotráfico en el Campo de Gibraltar. Creo que es importante que la sociedad participe de la política en el Congreso de los Diputados y que las reivindicaciones de pueblos como Barbate, San Fernando, sobre servidumbres militares, cuestiones como el desempleo juvenil, y un sinfín de otras cuestiones estén allí presentes. Nosotros, Unidas Podemos, lo hacemos a través de preguntar parlamentarios, proposiciones no de ley, peticiones de comparecencias parlamentarias, y con ello hemos logrado que la provincia de Cádiz se haya oído bien en el Congreso.

Tenemos entendido que su labor también se ha desarrollado más allá de estas fronteras...

—Efectivamente. Además hemos realizado salidas como las visitas a nuestras tropas que están en el extranjero, ya sea en Somalia, en el Líbano, en Mali, en Letonia… es decir, que ha sido una legislatura, donde también he participado en la Comisión de Interior, en la Comisión de Defensa, en la de Seguridad Nacional, en la Comisión para el estudio del modelo de la policía del siglo XXI, todas ellas muy de mi perfil, aunque esto no quiere decir que no trabaje por otras cosas importantes para la provincia.

¿Qué importancia le da al hecho de que muchos colectivos y asociaciones de la provincia hayan podido acudir al Congreso para exponer sus problemáticas con sus propias voces?

—Nunca, en 40 años de democracia, nadie se había acordado de estos colectivos para que acudan al Congreso a explicar de primera mano su problemática. Yo puedo exponer lo que ocurre, y aunque tengo un perfil que me ha permitido conocer en profundidad la provincia de Cádiz, es mucho mejor cuando lo exponen ellos mismos porque ya no hay sesgo político y evidentemente son los que sufren el problema en cuestión. 

Se le nota orgullo de este logro...

—Es que para mí era muy importante poner las instituciones al servicio de las personas. Para que la gente crea y confíe en la política, era importante decirles que pueden venir aquí y exponer sus peticiones. Creo que ha sido, además de novedoso, importante para hacer partícipe a la sociedad de la toma de decisiones que les afecta.

Por otro lado, otro de sus objetivos ha estado centrado en las servidumbres militares que poblan la provincia, como es el caso de la Sierra del Retín en el municipio de Barbate.

—Sin duda alguna. Al respecto, también llevé una iniciativa en la que pedíamos una compensación económica para el municipio de Barbate por la servidumbre militar de la Sierra del Retín, una proposición no de ley que luego me copió el PSOE, porque como en todos lados hay quienes trabajan y están quienes copian… Pero a lo que iba, Barbate tiene una servidumbre militar y una servidumbre por parque natural que prácticamente suponen el 86 por ciento de su término municipal. Al final, el Retín supone una barrera para su crecimiento económico y social. Claro, si Defensa quiere el Retín que aporte algo, que pague algo. El Gobierno tiene que compensar con ayuda económica al igual que ocurre en otros municipios, por ejemplo de Navarra. El PSOE que en 40 años no ha hecho nada, me copió la iniciativa y la llevó al Congreso y la aprobaron. Ha pasado más de un año y aunque se daba un plazo de seis meses, ya no ha ocurrido nada más. Eso sí, los socialistas la vendieron muy bien, que en eso son especialistas.

¿Le sorprende ese tipo de actuaciones? Nos referimos a que existan políticos con cierta falta de ética, entre otras actitudes reprobables...

—El problema es que hay muchos políticos profesionales. Son personas que no han hecho otra cosa en su vida que ser políticos. En mi caso he sido 25 años guardia civil y 3 años político. Hay partidos que tienen capacidad para profesionalizar a los suyos, pero a pesar de eso, Unidos Podemos ha sido el partido que más iniciativas ha presentado en estos tres años.

¿Y en su caso?

—Cuando yo pregunto sobre la Guardia Civil sé qué es lo que pregunto..

¿Cuáles han sido sus principales reinvidicaciones que usted ha defendido en nombre de la provincia de Cádiz?

—.A mí me interesan varias cuestiones. Por un lado, la situación del Campo de Gibraltar, y no porque sea guardia civil, sino porque no quiero que nos sigan engañando como llevan haciendo toda la vida. Es decir, que nos digan que allí hay un problema con el narcotráfico, algo que es falso y se lo está diciendo un guardia civil. En el Campo de Gibraltar hay un problema de infraestructuras, de empleo, de formación… hace falta un plan integral, no que venga el señor Marlaska a ponerse las medallas de la Policía Nacional y la Guardia Civil como si aquí nunca se hubiese incautado un alijo. Esa tarea la llevamos realizando desde hace 30 años. Evidentemente quiero que se doten de medios humanos y materiales a los cuerpos de seguridad, que se cojan alijos, que se detengan a los narcotraficantes, pero eso es pan para hoy y hambre para mañana. Hace falta un plan integral. No es normal la situación de la conexión Algeciras-Bobadilla. Hacen falta vías de comunicación, planes de empleo, trabajo, eso es lo importante.  

¿Y el empleo?

—Claro, y dentro del paro, otro tema que me preocupa es el empleo juvenil. Hay pueblos con tasas de desempleo juvenil del 70 por ciento. Eso es brutal. Tenemos el futuro empeñado. Es terrorífico. Es un dato que he repetido en el Congreso pero vivimos un momento en el que los partidos están en permanente campaña electoral. 

¿Qué le ha sorprendido más en estos años desde un punto de vista negativo, según su experiencia, claro está?

—Que al final se miente mucho y se manipula. Hay gente que lleva tantos años en política que no le afecta y lo hacen con naturalidad. Se pierde el contacto con la sociedad. Yo sigo viviendo en el mismo sitio, tengo los mismos amigos, el mismo número de teléfono móvil… a mí me ha pasado con algunos del PSOE que ahora están en altos cargos y ya no me cogen el teléfono. Y eso que soy diputado…

Sobre su partido, Unidas Podemos, se ha hablado mucho en Cádiz debido a la postura ambigüa respecto a los astilleros. Es decir y más concretamente sobre el contrato de Navantia para la construcción de cinco corbetas para Arabia Saudí. Y es que voces de su partido en Madrid se han manifestado en contra del mismo por cuestiones humanitarias mientras que el alcalde de Cádiz, José María González, también de Podemos, se ha mostrado a favor del mismo. ¿Qué opina al respecto?

—Si hablamos de los astilleros en esta provincia, podemos remontarnos trescientos años. Pero si mencionamos a Felipe González, los trabajadores se ponen a trabajar. La política que ha existido en este sector ha sido nula. Y es que el PP y el PSOE se han cargado los astilleros de Cádiz. Y resulta que somos nosotros quienes no queremos los astilleros. En 1.990 en San Fernando había 5.000 trabajadores. Hoy son menos de 1.000. Nosotros queremos una verdadera reindustrialización en el tema de los astilleros. Formación, rejuvenecimiento de las plantillas y diversificación.

¿Pero está a favor o en contra de ese contrato?

—A nadie le gusta que se construyan que se construyan barcos para Arabia Saudí y que con ellos mate gente en Yemen. Pero tampoco quiero que la Bahía se quede sin carga de trabajo. No me gusta que se le dé a la gente a elegir entre hacer barcos para matar a gente o quedarse en el paro

¿Qué ocurre para que se dependa tanto del sector armamentístico en una empresa pública como es Navantia?

—Llevo dos años en la comisión de defensa y los dos lobbys más importantes que hay en el mundo son el armamentístico y el de los medicamentos. El Ministerio de Defensa está hipotecado en 30.000 millones de euros. Es lo que debemos a las empresas armamentísticas. El Tribunal de Cuentas dice que el Ministerio de Defensa es el más opaco de todos. La actual ministra, Margarita Robles, se ha gastado 12.000 millones en seis meses. Más que en toda la etapa de Rajoy y de Zapatero. Hay demasiados intereses. Altos mandos militares acaban en empresas del sector armamentístico. Y mientras que esto pasa, tenemos de aquí a 2030 a 50.000 militares de tropa y marinería a los que van a dar una patada al cumplir los 45 años. Nosotros queremos otro modelo de Fuerzas Armadas. Y eso afecta a los astilleros. Yo no quiero quedarme solo en el tema de las fragatas. 

¿Qué opinión le merece la irrupción de un partido como VOX en el panorama político nacional  de los últimos dos años?

—Creo que por lo que estamos escuchando de un partido extremista como VOX, espero que la gente entienda que no es lo que necesita este país. Por ejemplo, España es uno de los países más seguros del mundo y VOX habla de armar a los civiles.  Confío en la gente y nuestra labor también es pedagogía. Aquí en la provincia VOX presenta un militar que ha firmado un manifiesto a favor de Franco. Nosotros tenemos otro general que ha firmado uno en contra del dictador. Comparen y elijan.

¿Cómo cree que se debe realizar una campaña electoral para combatir partidos como VOX y al mismo tiempo ganar espacio entre los partidos más tradicionales?

—Hay que usar las nuevas tecnologías para llegar a la gente joven. Hay que usar un lenguaje sencillo y claro. Un lenguaje que llegue a la gente y que la comprendan todos los sectores. Hay que hacer que la gente vuelva a creer en la política. 

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