El estadio Ramón de Carranza se volcó con Sergio Ramos en el homenaje que la Real Federación Española de Fútbol (RFEf) ofreció al capitán de la selección
El estadio Ramón de Carranza se volcó este viernes con Sergio Ramos en el homenaje que la Real Federación Española de Fútbol (RFEf) ofreció al capitán de la selección en los prolegómenos del España-Malta.
Sergio Ramos se convirtió el pasado octubre, en el partido disputado en Noruega, en el jugador con más encuentros (168) disputados con la selección española absoluta.
El sevillano, que no pudo jugar días después por sanción en Suecia su partido 169, lo hace este viernes en Cádiz en la penúltima jornada de la fase de clasificación para la Eurocopa, para la que España ya tiene asegurada plaza y para la que ahora busca ser primera de grupo y cabeza de serie en el sorteo previo al torneo.
Sergio Ramos, de 33 años, superó en Noruega en número de internacionalidades a Iker Casillas, pero su competitividad le hace no quitar el pie del acelerador y ya ha anunciado que le gustaría jugar este verano con España los Juegos Olímpicos de Tokio y llegar al Mundial de 2022 en Catar.
El central del Real Madrid formado en la cantera del Sevilla debutó con la absoluta el 26 de marzo de 2005 en un amistoso disputado en Salamanca ante China de la mano de Luis Aragonés, y desde entonces ha tenido la confianza de los siguientes seleccionadores, Vicente del Bosque, Julen Lopetegui, Fernando Hierro, Luis Enrique y ahora Robert Moreno.
Ramos, que siempre llevó a gala su condición de andaluz y siempre mostró la bandera de su región en las numerosas celebraciones de las que ha disfrutado con su equipo y la selección, fue homenajeado en un estadio Carranza que se llenó y dio cariño al futbolista.
En una de las gradas se desplegó una gran pancarta en la que aparecía el capitán posando con la equipación de la selección y las dos copas de Europa y la de campeón del mundo que tiene en su haber con el combinado nacional, rodeado de un mosaico con los colores de la bandera de España, mientras que el público coreaba su nombre.