Miles de personas han vuelto a salir hoy a las calles del centro de Algeciras para el tradicional Arrastre de Latas con el que los niños de esta localidad atraen la atención de los Reyes Magos, a quienes han dado la bienvenida en su llegada, por mar, a la ciudad.
Desde el Ayuntamiento de Algeciras han modificado este año el recorrido que realizan los participantes en esta tradición de la víspera del día de Reyes para adaptarla a las circunstancias de la pandemia, que ha discurrido por avenidas amplias hasta desembocar en el Llano Amarillo, donde tiene lugar la concentración para recibir a Sus Majestades de Oriente.
Miles de niños con ristras de latas sujetas por cuerdas e hilos acuden, acompañados por sus allegados, arrastrando las latas y haciendo ruido con ellas para que los Reyes Magos puedan localizarlos y hacerles llegar sus regalos.
Tras recorrer las avenidas Blas Infante y Virgen del Carmen, los participantes se han concentrado en los terrenos portuarios del Llano Amarillo, donde los Reyes Magos también han cumplido con la tradición de llegar en barco.
Una delegación municipal encabezada por el alcalde, José Ignacio Landaluce, ha recibido a los Reyes y les ha hecho entrega de la llave de la ciudad para que tengan acceso a las casas de todos los niños para dejar sus regalos.
El Arrastre de Latas es una tradición algecireña que data de las primeras décadas del pasado siglo, cuando los niños ya realizaban esta curiosa liturgia en la víspera de Reyes. Aunque esta práctica se perdió en las últimas décadas, se recuperó en los años 1990.
En esos años, una iniciativa municipal vinculó esta tradición a la leyenda del Gigante Botafuegos, un monstruo que desde las montañas cercanas trata de evitar que los Reyes lleguen a la ciudad generando niebla, por lo que los más pequeños hacen ruido con la latas para orientarlos. Esa leyenda ha dado lugar a la publicación de un cuento, un videojuego y un cortometraje de televisión.
Se trata de una cita multitudinaria en Algeciras, donde esta tradición revive en la actualidad con mucha fuerza y se ha extendido en los últimos años a otras localidades cercanas.
Durante unas horas, el tráfico se ha colapsado en el centro de la ciudad, ya que varias de las principales avenidas de la zona han sido cortadas por esta celebración, a la que se unen los que acuden por compras de última hora y la preparación de la cabalgata.