Dicen los expertos que a través de la risa una persona puede mejorar el estado físico y psicológico. Desde tiempos inmemorables se le han atribuido numerosos beneficios. De hecho, Freud atribuyó a las carcajadas el poder de liberar nuestro organismo de energía negativa. Por eso hoy en día cada vez proliferan más los talleres de risoterapia e, incluso, las clínicas en las que se curan algunas enfermedades solo con la risa, o, al menos, ésta ayuda a sobrellevarlas.
Esta semana se ha desarrollado en el Espacio Joven uno de esos talleres, organizado por San Roque Vivo e impartido por Roberto Collado, director de teatro, actor y muy relacionado con la organización de actividades de animación. Participaron 22 personas. Tanta fue la demanda que se decidió que en breve se hará uno también en la Estación de San Roque. Entre los asistentes, de todas las edades, entre veinte y más de 60 años.
“Estos talleres sirven para niños y ancianos. Cada uno de ellos tiene una misión. En los niños, por ejemplo, enseñan a compartir, a perder el miedo, los celos, las inseguridades... y para los mayores se dirigen a evitar conflictos laborales, eliminar el estrés diario y las tensiones”, explica Collado que, además, enumera los beneficios que conlleva en nuestro organismo la risoterapia: “se mueven muchos músculos del cuerpo, sobre todo en la risa ventral, y al mover el vientre se facilita la digestión, circula mejor la sangre, aumenta la capacidad pulmonar, el corazón funciona mejor...”.
En el taller de Roberto Collado los participantes hicieron ejercicios“ de estiramiento, mucho baile, mucha dinámica, muchos juegos de presentación, de confianza, de compartir, de riesgo... El secreto está en reir durante las dos horas de curso”.
Collado argumenta que sus talleres son muy válidos, además. para que las personas se interrelacionen. Y es que tras los cursos acaban creándose grupos de personas muy heterogéneas, que no se conocen, pero entre las que, al final, acaban surgiendo vínculos.
Fórmula: reir todos los días
“Ríe con los demás y los demás reirán contigo. Ronca y dormirás solo”, es una de las premisas que defiende Roberto Collado. Él apuesta por utilizar la sonrisa como un medicamento: “Son necesarias tres sonrisas antes de desayunar, tres antes de almorzar y otras tres antes de ir a la cama”.
En esta pócima mágica pueden intervenir muchos ingredientes: desde leer un libro de chistes o unas viñetas, hasta escuchar un programa divertido en la radio. Pero si nos reímos con otras personas, el resultado es aún mejor: “Reir solo está bien, pero la sonrisa hay que compartirla, como todo en esta vida”, afirma Collado. Otro de los grandes secretos, es saber reírnos de uno mismo. “Todas las personas tenemos sentido del humor, pero en algunos casos no sabemos dónde lo tenemos”, indica el monitor del taller, que añade: “Debemos reírnos de uno mismo y después con los demás, pero nunca de los demás”, recomienda.
Pero... ¿qué pasa cuando no tenemos ganas de reír? Hay que forzar la risa, porque también tiene sus beneficios. “Las risas forzadas muchas veces se convierte en una risa contagiosa. Hay que comenzarla desde el abdomen, porque es como el comer, todo es empezar”. Sirve además para exteriorizar lo que llevamos dentro, para perder la vergüenza y el pudor, el sentido del ridículo. Psicológicamente es muy beneficioso.
Y así se lo hizo saber a los asistentes a su taller de risoterapia en San Roque, que rieron, lo pasaron en grande y aprendieron cómo sacar utilidad a cada sonrisa y carcajada en la vida cotidiana. Había 20 plazas y se sobrepasaron. A muchos hubo que emplazarlos a un nuevo taller que se impartirá en breve, también gratuito, en la Estación de San Roque. la fecha está aún por cerrar.